¿Legalidad o justicia?

Pensando en este asunto, estuve recordando un artículo que publiqué al poco de yo iniciarme en este medio, y que titulé: ¿Hacia dónde va España? Una de las cosas que yo exponía allí fue:

(…) Y recuerdo que la presunción de democracia no solamente se basa en la existencia de una constitución, leyes y separación de poderes. (…) ¿O acaso las libertades que la democracia otorga permiten también la coexistencia de parcialidades políticas y comerciales, parcialidades judiciales, -porque no puedo decir que sean imparcialidades jurídicas- de las que tantas peculiares sentencias hemos leído en la prensa…

Metan en la misma celda y el mismo día, a dos personas. Una de ellas cumpliendo una sentencia de 10 años debido a un crimen común; la otra cumpliendo 3.000 años, por 25 asesinatos en un acto calificado de terrorista, con todas las agravantes posibles. Existen muchas probabilidades de que, en similitud de comportamiento en prisión, y cumpliendo con los parámetros precisos, ambas salgan libres a los pocos años por reducción de las condenas. Sin duda que, de darse ambos hechos, pueden considerarse una aplicación adecuada al derecho vigente. ¿Pero ambas serian justas?

Los conceptos de legalidad, justicia y equidad, no son sinónimos, ni son similares en nada. Yo tengo muy en claro que la justicia, y quienes la interpretan y aplican, no siempre van de la mano ni en la misma dirección. Que el criminal que tenga la condena de los 3.000 años sea equiparado en beneficios al otro, quien solo tiene los 10, es lo que me parece deplorable. Y será legal, pero yo no lo considero justo, ni veo en ello justicia alguna. ¿Igual da un muerto que cien?

En el ámbito penal, a veces se producen decisiones judiciales que dejan perplejos a los ciudadanos de a pie, y a muchos de los de a caballo también. Ellas podrán estar escrupulosamente ajustadas a la más rancia interpretación del texto legal vigente, por lo que deberán considerarse como legales, en el pleno sentido de la palabra; pero de que se ven injustas, se ven. Y muchas, pero que muchas personas, tanto las que han sido víctimas del terrorismo o de la delicuencia común, como las que se sinten directamente afectadas, pensarán, con razonables motivos, si alguien no se estará burlando de ellas.

Si pueden alegarse motivos humanitarios para dejar libre a un convicto, o darle casa por prisión, indiferentemente de sus crímenes, entonces ¿para qué meterlos presos? ¿O acaso el encarcelamiento tienen algo de humanitario?

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¿Hacia dónde va España?
La legal injusticia y quienes la aplican.