Ferias de San Isidro

Gigantes de San Isidro Terminaron las famosas Ferias de San Isidro, en Madrid.

Fue otro fin de semana largo que incluyó el lunes. Los meses de abril y mayo se llevan las palmas a los puentes laborales por estas latitudes.

Se realizó el tradicional desfile de los gigantes cabezones y sus cortes de monstruos variados. Vistosidad, colorido, alegría y jolgorio, según manda la tradición. Desafortunadamente para mí, -aunque todo lo contrario para miles de fanáticos- también fue una larga semana de abundante sangre sobre la arena de la Plaza de Toros de Las Ventas, mejor conocida por La Monumental de Madrid, donde los toreros del momento demostraron su temple y su arte.

Gigantes cabezones

Y según manda también la tradición y las buenas costumbres, además del desfile y los pregones, que este año corrieron a cargo de Miguel Bose, nombrado Pregonero Mayor, se realizó la tradicional merienda en el campo de San Isidro, bajo un calor atípico. Para ser el mes de mayo, el termómetro batió record que habían estado olvidados durante muchas décadas.

Pradera de San Isidro

Pero eso no desanimó a la gente. Una buena multitud se fue a la pradera, dispuesta a divertirse a la vieja usanza, puesto que son fechas para rememorar hechos y costumbres.

Puestos de comida.

Yo no fui, pero mi hija mayor si fue, acompañada de su churri . Y estas fotos fueron tomadas por ella.

Y como la tradición dice que en ese campo se debe comer el bocadillo, los puestos de comidas, como este, estaban a la orden. ¡Que por poca variedad de alimentos no fuera nadie a quedarse sin pitanza!

Pareja de chulapos

Algunos, apegados a la más rancia tradición marcada para estas fechas, prefirieron llevar sus propias meriendas, cuidadosamente guardadas en sus respectivas cestas, con manteles incluídos, y vestidos a la usanza de los chulapos y chulapas de los madriles de antaño. Para muestra, queden este padre y su encantadora hija, quienes gentilmente posaron para el lente de la cámara.

Y dejo claro que no se tratan de disfraces. No señor. Son vestimentas típicas de una época que apenas está a la vuelta de la esquina del tiempo, y que muchos echan en falta, al menos en lo concerniente a la cortesía y educación de las personas.

Grupo de chulapas

Podría afirmarse que, la tarde de este lunes 15 de mayo, ni una sola sombra bajo los árboles de la pradera de San Isidro quedó desocupada.

Bajo el sol no faltaron los más osados queriendo obtener un bronceado anticipado… o un cáncer de piel.

Pero la mayoría buscaron el ligero fresco bajo las frondosas ramas. Allí guarecidos bailaron, dieron cuenta de sus meriendas, charlaron, departieron y rieron, compartiendo con los vecinos las roscas del santo hechas en casa y otras exquisiteces culinarias, y todos se divirtieron muy sanamente.

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4 respuestas a Ferias de San Isidro

  1. Pues nada en vista de las fotos hay que felicitar a tu hija. Un buén trabajo de reportaje. Por favor que no lo deje, digo las fotos claro; el churri si le gusta…

  2. keyla (la hija del medio) dijo:

    Muchas gracias Carlos por los ánimos para que sigua con la fotografia… con el novio por ahora tambien. Lo que hay que convencer es a mi padre a ver si me publicita más en su web y coloca un apartado con mis fotos, asi podeis seguir analizando lo bien o mal que se me pueda dar. Saludos

  3. ¿Keyla?pero esto es una premonición, suena como Leica, la legendaria marca que popularizo la fotografia en 35 mm y que sobrevive hoy todavia de la mano de otro monstruo como Panasonic
    Sobre tus fotos, me trataré de explicar. La primera de los gigantes es una buenisima y poco vista alusión al Santo y su esposa y Santa, los dos personajes llenan todo y las gentes y edificios de Madrid solo enmarcan lo importante.
    La del baile en la Pradera es una gozada de buén gusto y vista artistica. Con el blanco y negro encima destacas más todavia el caracter universal y fuera del tiempo de la fiesta. Es deliciosa y muy ilustrativa, como las otras.
    La del puesto de comida tiene todo el color que requiere la ilustración de la gastronomia del momento, no es una naturaleza muerta ni un bodegón es la muestra periodistica de lo que se come, y eso es en color, ya que el olor todavia no se puede fotografiar.
    Y como que no quiere la cosa, casi al final, la joya de la corona. La obra mestra. Por Dios esos personajes, yo no se explicar esa obra de arte, solo te dire que la amplies todo lo que puedas, que te hagan un buén fijado al platino y que la conserves toda la vida como oro en paño. Creeme que puede ganar cualquier concurso de alto nivel y podria estar en algun museo.
    Y la ultima, pero tiene su miga, para mi está en esos pañuelos impersonales que forman una linea e intensidad como si fuera una pieza de música donde el ritmo lo dan los tamaños y la colocacion en el plano de los pañuelos.
    Que de verdad que lo digo en serio, que creo que debes continuar, el trabajo es excelente y además contando con que te centras en el trabajo a pesar de contar con la presncia del churri(cariñosamente). No se hable más, si El Guardian no te da asilo artistico hazte tu propia vitácora. Me declaro desde ya tu primer fans.

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