Primero la seguridad nacional

burka fashion

Haz una prueba muy simple, aprovechando que estás en invierno.


Colócate un pasamontañas de esquiador, de esos que solamente dejan ver los ojos, entra en un banco y, con paso decidido, dirígete hasta una de las taquillas. Si eso no te parece suficiente, trata de pasar así el control del aeropuerto para embarcar en un vuelo.

Si te parece muy extremo el uso de esa prenda, ponte entonces un sombrero o una gorra, dale unas vueltas a la bufanda alrededor de la cara, dejando solamente los ojos visibles, y haz los mismos intentos.

¿Cuales crees que serán los resultados?

Si no terminas en el suelo, encañonado por varias armas y con las manos esposadas a la espalda, sin darte tiempo a pronunciar ninguna palabra, habrás tenido mucha suerte; pero es seguro que pasarás unas horas en la policía contestanto un montón de preguntas.

¿Y cómo crees que una persona, con el rostro totalmente tapado o vistiendo una burka —que ni siquiera podrás estar seguro de si es mujer o un hombre—, pretenda que le dejen hacer todo eso que tu no has podido? ¿Solamente porque alegue motivos religiosos?

pasamontañasEn las relaciones interpersonales, al igual que en las relaciones nacionales e internacionales, hay algo que se llama reciprocidad. En otras palabras: no pidas para ti lo que no quieras conceder a otros.

Si visitas algunos de los países islámicos más radicales, tu no podrás embriagarte ni tu mujer vestir como en Occidente, mucho menos una minifalda, ni siquiera salir a la calle con el rostro descubierto. O se cubre como todas las mujeres de allí, o será sometida a la justicia, si acaso no apedreada en plena calle. No valdrá alegar tu religión católica ni tus costumbres occidentales liberales y democráticas. O brincas o te encaramas. O entras por el aro o te atienes a las consecuencias.

Conozco un ingeniero petrolero venezolano que fue contratado para trabajar en Arabia Saudita. Lo primero que le dejaron claro fue:

Nosotros no lo necesitamos. Si usted acepta venir a trabajar aquí, tiene que someterse a todas nuestras leyes y costumbres.

Así de simple, claro y sin anestesia. Cuando su esposa se le reunió, unos meses más tarde, él la esperaba en el aeropuerto con una burka que le colocó de inmediato. A la llegada, en la Aduana les revisaron hasta los libros —no se permite la Biblia— y el tipo de música que llevaban. Viven dentro de un gran campamento en donde tienen de todo y donde pueden vestir occidentalmente. Pero si quieren salir de allí, ella debe colocarse la burka. Y por supuesto que ni siquiera en el campamento pueden beber licor. Muy bien, estás en su país. Haces lo que dicen, o simplemente no vas. Pero resulta que, cuando esas personas visitan otros países no islámicos, quieren exportar con ellos sus costumbres de vestimenta y, además, que se les permita utilizarlas. Para ello alegan motivos religiosos. Pues, en los tiempos de violencia terrorista en que vivimos, algunas costumbres seudo-religiosas tendrán que ceder ante algo mucho más inmediato e importante, la seguridad nacional.

Con respecto a esto, transcribo íntegramente un interesante artículo publicado por Pedro de Hoyos el 22-11-2006 en su blog Con permiso, y que titula Quítese el burka, mujer!!!

El Gobierno holandés ha aprobado un proyecto de ley por el que se pretende prohibir el uso del burka y otras vestimentas que señalan a las mujeres como seres inferiores. Aunque el argumento de dicho gobierno sea que tales prendas son indeseables por motivos de seguridad.

En Europa hemos conseguido un sistema de vida que garantiza igualdad de derechos y de respeto para todos, ha sido una labor costosa que nos ha llevado gran parte de nuestra historia, grandes guerras y muchos sufrimientos y calamidades. Lógicamente no podemos permanecer impasibles y debemos defender nuestro sistema de vida que encontramos como el más justo y el más adecuado.

Y es que cuando uno acude de visita a una casa, a una ciudad o un país ha de aceptar las reglas que en ellas imperan. Uno es libre de quedarse o no, pero quienes se quedan han de aceptar las normas que en ese país se dan. Yo no puedo conducir por la derecha en Gran Bretaña por muy continental europeo que sea, ni puedo beber alcohol en un país musulmán. Mi esposa no podrá vestir en Arabia o Irán como en Europa. El anfitrión pone las normas, si uno no las acepta no va. Es mi caso, yo nunca iré a Estados Unidos, no me parece un país seguro ni de fiar, su policía es demasiado brutal y aún mantiene la norma del lejano Oeste: Primero disparar, después preguntar.

Nadie deberá poder impedirlo: las mujeres musulmanas podrán conducir en Europa, andar solas por las calles y entrar en un banco a abrir una cuenta corriente si lo desean, aunque en su país no pudieran hacerlo. Las leyes europeas se lo permiten, garantizan y facilitan. Aunque en algunos bárbaros países las niñas sufran mutilaciones genitales en Europa las leyes lo prohíben y lo persiguen. No se pueden permitir afrentas a la dignidad de los seres humanos en nombre de la Libertad.
Ninguna mujer será discriminada en Europa, la ley se lo garantiza, la ley la protege. Ninguna mujer ha de estar en lugar público con velos o vestidos que oculten su rostro, que escondan su identidad, que contribuyan a su menosprecio o que la separen de los demás. No se puede en nombre de la Libertad individual ir en contra de leyes civilizadas de sociedades civilizadas y libres. Aunque para impedirlo se acuda a la estúpida figura de que dificulta la comunicación.
Y además es peligroso.

(Fin del artículo)

Hace años, mi esposa trabajaba en la línea aérea venezolana Viasa, en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía (Caracas). Tuvo la oportunidad de presenciar un incidente que se presentó en el chequeo de Inmigración, con un alto personaje árabe que llegaba acompañado con dos de sus esposas, cubiertas de la cabeza a los pies. El funcionario que las chequeaba pidió que se descubrieran el rostro para cotejarles la identidad. El esposo se negó rotunda y airadamente. Los rostros de las mujeres solamente podían ser vistos por los familiares.

Pues poco importó de su estatus social y político. Ese día, el funcionario de inmigración tenía el negro atravesado, y devolvió al hombre y a sus esposas en el primer avión de regreso. Su respuesta fue sencilla. «En tu país harás lo que quieras, pero en Venezuela todo el que quiera entrar se identifica.» Claro, corrían otras épocas.

Si aún pretendes ir de vacaciones a algunos de esos países, en lugar de leerte la Constitución o sus leyes de tránsito —que no están demás— léete el Corán para que sepas como tienes que comportarte. Pero también dale una mirada a una buena guía para turistas que mencione sus costumbres. Encontrarás que, prácticamente, casi toda actividad de la vida diaria del individuo está signada, descrita y regulada por la religión.

Actualización (19-03-2007):  Aclaración de términos.

  • Hijab: El hijab, es el velo que más se ve entre las musulmanas (chiíes) de países occidentales, cubre el cabello y, normalmente el cuello. Se puede acompañar de ropa occidental o de una abaya (túnica)
  • Chador: Es un velo largo, amplio que cubre, como el hijab, cabello y cuello, pero que alcanza hasta los pies.
  • Niqab:  Es el hijab llevado a su extremo (musulmanas suníes). Es un velo que sólo deja sin tapar los ojos.
  • Burka: Es la túnica que empezamos a ver tras la invasión de Afganistán. Cubre a la mujer de pies a cabeza y deja una rejilla en la cara para que puedan ver.

El Gobierno holandés respalda la prohibición del burka en lugares públicos

Italia castigará el uso del burka con penas de hasta dos años de cárcel 


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11 respuestas a Primero la seguridad nacional

  1. Curiosa dijo:

    Que impotencia ver esas necedades,llamense costumbres o ganas de someter a las mujeres y ellas que por miedo o costumbre que se dejan.
    Uyy que rabia me da,pobrecitas

  2. noxeus dijo:

    Bien sabe Dios que no me gusta llevar la contraria a nadie y menos a un amigo, pero esta vez te invito humilde y prudentemente a que revises algunas de las afirmaciones que haces.
    Supongo que tus fuentes de información son fidedignas y de primera mano y no como las mías que solo son años de tratos en comercio internacional, visita a ferias, etc. precisamente con esos países a parte de llevar trabajando con un iraní mas de diez años.
    «Esos paises» es un término muy vago, querido amigo y no es lo mismo Marruecos, que Egipto, Pakistán que Turquia o Irán que su vecina Afganistan. De Arabia Saudi, tuve una novia (+ o – ) que trabajaba en un banco y me explicaba que fuera de la Meca, nadie va con pañuelo a no ser que sea por su propia voluntad o en determinados lugares.
    Me voy a ceñir a un país que tiene bastante mala prensa: Irán.
    Como mucho verás el pañuelo «shador» y desde luego lo llevan «lo menos posible» (No olvidar que hay un regimen islámico y represor)
    pero «shador» …. me temo que verás muy pocos. Por supuesto muchos menos que lenceria fina.
    Yo he hablado con algunas amigas que nos han visitado a nuestro comercio antes de emprender viaje a Irán (suelen hablar con mi jefe buscando información) y a la vuelta nos han explicado que en Therán, Esfahán e incluso en Ghom (la ciudad mas «islamofachenda» nadie las ha molestado yendo en tejanos y sin pañuelo, si bien en alguna ocasión las han avisado de que mejor que se lo pongan en ciertos lugares.
    Mi madre, llevó siempre pañuelo para ir a la misa.
    En fin; una pequeña quejita por esa generalización de «esos paises»
    Por supuesto con mi máximo respeto.

  3. guardafaro dijo:

    Amigo Noxeus, sea muy bienvenida tu aclaratoria.
    Es muy cierto que los países musulmanes son unos cuantos, y distintos. Y no en todos, ni en todas sus partes las mujeres están obligadas a llevar el burka estricto.
    También conozco bien los problemas que, en algunos casos, puede traer la generalización.
    En el octavo párrafo yo escribí: «Si visitas algunos de los países islámicos más radicales…» Es a los más radicales, y en las zonas más radicales, a los que me quiero y quise referir cuando, en el último párrafo, utilicé la expresión «si visitas esos países». Quizás este octavo párrafo y el último quedaron demasiado alejados uno del otro para mantener la relación del propósito general de referencia en la narración. Un descuido mío.

    Por motivos de trabajo, he tenido y aún tengo alguna relación con personas de todos los países musulmanes, y aún no conozco a ninguno de quien hablar mal. Y por ser concreto sobre el caso que ocupa este post, cité solamente dos ejemplos de los varios que son de mi conocimiento directo, de lo que yo llamo «haz aquí lo que yo digo, pero déjame hacer allí lo que yo quiero» o la falta de reciprocidad.
    No se trata del velo o pañoleta que muchas mujeres musulmanas utilizan cubriéndose la cabeza y el cabello en su vida diaria. Muchas españolas han usado pañoletas y velos en otras épocas. Otras usan sombreros en la actualidad, como tocado de cabeza. Mi abuela materna, viuda joven, fue de luto riguroso el resto de su vida. La obligaron las costumbres sociales de la época y su conciencia, o quizás sus propios perjuicios.
    Lo que no me agrada es el anonimato que el burka permite, y lo que, además, implica de minusvalía para la mujer que se ve obligada a llevarlo en contra de su voluntad. Pienso que las mujeres son tan iguales como el hombre, para que se las pretenda ocultar de los ojos del mundo, como si no existiera. ¿Sus costumbres? Pues muy bien, pero déjenlas en su país. No me agradaría ir por una calle, ni de día ni menos de noche y encontrarme que, por el otro extremo, se aproxima alguien encubierto por esa prenda. ¿Quien anda debajo? Pueden llevar todo un arsenal escondido. Quizás sean restos atávicos que me quedan de nuestra herencia ancestral. Quien andaba embozado o se tapaba el rostro debía ser un maleante.

  4. Luis Amezaga dijo:

    A mí que hagan lo que quieran, siempre y cuando no impongan sus hábitos atrabiliarios como una cultura a respetar por encima de las leyes.

  5. Siento y debo respeto hacia todas las formas de expresión cultural y religiosa, pero como muy bien dice el comentarista anterior, Luis Amezaga, la cultura es la cultura, y las leyes son las leyes.
    Creo que debemos respetar a las persona de otras culturas que vienen a vivir y a convivir con nosotros, pero nosotros, (países democráticos con constituciones laicas), hace años que dimos un paso importante, dejando la religión en el ámbito de lo privado, y el derecho en el ámbito de lo público.
    Como bien señala guardafaro, quien salga de su país para visitar o residir en otro país, debe someterse a esas leyes.
    Si alguna de esas personas viniera a España y cometiera un delito grave, no se la castigaría con la pena de muerte, porque en este país no existe, y si se beneficia de esa ley, debe someterse a las otras, llevar la cara descubierta en un vuelo comercial, o practicar la monogamia.
    Buen tema para un debate largo.
    Buen post.

  6. Sarsillo dijo:

    Totalmente de acuerdo… no podemos permitirlo…

    No hace mucho, discutía con mis propios compañeros de trabajo sobre este asunto, me parece indignante, ya no sólo por las vestimentas sino precisamente por atentar contra la integridad física de la persona, (niñas)… YO no tengo por qué vivir «pacíficamente» con una familia, que en una noche determinada, mutiilará a su hija, por convencimientos religiosos.. y los mios? y las leyes de mi pais? Quizás si le preguntasen a esa niña… se abrazaría a lo nuestro…

    Hay que entender, reconocer, que la interpretación del Coran, como herramienta de poder de estos paises, los hace seguir viviendo en la Edad Media, de la que afortunadamente, algunos hemos conseguido salir… Si en «pro» del respeto a la diversidad, atentamos contra la vida.. ¿De qué respeto estamos hablando?

    Este tema, no puedo hablarlo sin sentir indignación, pues me parece hipócrita, tanta palabrería política, de la aceptación de inmigración, sin entablar unas condiciones mínimas de Derechos Fundamentales…

    En el caso de Estados Unidos, opino lo mismo.. no iré.. no compartiré sus costumbres.. Otra pandilla de hípócritas, que no fuman, no beben, se casan.. pero llevan una pistola en la chaqueta… y cuando vienen a Europa, se lo fuman, se lo beben.. y hacen de todo… (menos mal que la pistolita.. la dejan)…

  7. Goathemala dijo:

    Mi postura es mucho más radical. Más occidental. El shador y sobre todo el burka son una ofensa a la mujer. Aquí lo son, pero también en Madagascar y en Kandahar. No hablamos de un abalorio.

    Hay que respetar todos los matices de una cultura siempre que no sean una ofensa directa a los derechos de la persona.

    Saludos.

  8. guardafaro dijo:

    Veo que no faltan razones, y hasta hay algunos sentimientos algo acalorados sobre el tema.
    A mi me parece que el asunto está en las leyes. En la mayoría de los países, las autoridades, de enterarse, no permitirían la ablación de una joven, solamente porque sus familiares sean de un lugar en donde aún consideren necesaria tan aberrante costumbre.
    Cada persona se somete a las leyes del país en donde se encuentra. Eso es simple derecho internacional. Las ideas religiosas quedan, o debieran quedar, en segundo lugar, al igual que las políticas o las deportivas. Se llevan por dentro, o máxime con manifestaciones externas sencillas.
    Ojala fuera todo así de fácil. Las cosas se complican cuando, para las personas «no hay distinción hecha entre la vida diaria y la religión o la política» como es el caso de las creencias que ocupan el tema de este post. Muy bien, si algunos hombres no pueden aceptar que en otros lugares del mundo, las mujeres tienen plenos derechos, y no solo pueden sino que deben ir con el rostro destapado, pues que se queden en sus casitas, así nadie se las envidiará.
    Creo que la cosa es simple. Sin duda yo no iría de vacaciones con mi esposa a un país en donde la obligaran a cubrirse con una burka, entre otras vejaciones. Pero que, quienes exigen eso, no piensen que, fuera de sus propios terruño, pueden tener el derecho a exigir el cumplimiento de tan aborrecible y degradante norma.

  9. noxeus dijo:

    Que hiciera el comentario anterior, no quiere decir, ni mucho menos que tenga simpatía alguna por las costumbres árabes, pre o post islámicas y por derivación, los postulados del mundo musulmán. Y no solo en cuestiones relacionadas con la mujer.
    Pero ceñidos al tema, a mi lo que me cruza los testículos, es cuando una mujer argumenta a favor del shador. Y si esa mujer, esta viviendo la cultura occidental, entonces ya no entiendo nada.

  10. Amigo Jesus ante todo gracias por tus comentarios en mi desnudo y en mi bitácora. Menudo lio con lo timido que soy, pero me ha venido bién desnudarme y charlar con lully que es muy especial.
    Sobre el tema que nos ocupa, yo soy muy partidario de «donde fueres haz lo que vieres», me parece el mejor consejo. Y por supuesto aborrezco todos los prejuicios.
    Me parece muy mal que un desharrapado me robe de cualquier manera.
    Pero que me roben gobiernos, ayuntamientos, inmobiliarias bancos etc me jode mucho mas. Con sus trajes, sus coches, sus idiomas, sus modales etc etc.

  11. Goathemala dijo:

    Ni yo tampoco predico una cruzada ¿eh? Tan solo señalo que por encima de las leyes de cada país están (o debieran estar) la Declaración Universal de los Derechos humanos de 1948.

    Saludos.

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