Cocina y cine de autor

Supongo que a cualquiera le sonaría de locos si los propietarios de los restaurantes gourmet, o de esos que ahora  llaman de cocina de autor, demandaran del Estado alguna subvención porque, debido a los pocos comensales, no les resultara rentable el negocio, mientras que los restaurantes tradicionales y tascas está llenas de gente.

Bien sabemos que la imagen típica de la cocina de autor (con razón o no) es la de un enorme plato con una pequeñísima porción de comida en su centro (que más parece una simple tapa), y el resto decorado con unos hilos de salsa.  En ellos priva la presentación, el color, la textura y el sabor por encima del volumen. Un menú de autor, compuesto por aperitivo, primero, segundo y postre, (que más parecen muestras de degustación) va desde lo 40 a los 90 euros por persona.  En contrapartida,  un buen gazpacho o un estofado de lentejas al estilo castellano; una fabada asturiana, un cocido madrileño, un cochinillo segoviano, o un guiso de cordero, cerrando con el postre de la abuela, completa un menú de menos de 20 euros que incluye la bebida. ¿Qué tiene de extrañar, entonces, que el español promedio se decante por esta «cocina de siempre»,  con la que sale con la barriga llena, rodando calle abajo?

Pues algo así está ocurriendo con el cine nacional.  Me llama la atención que reclamen protección y subvenciones, alegando que tiene poca taquilla, mientras el cine extranjero arrasa. Dejando a un lado los supuestos problemas de distribución, preferencias, manejos «turbios» de las grandes productores foráneas, y demás asuntos de que hablan, si la producción nacional pasa sin pena ni gloria por las salas de exhibición será debido a la baja calidad de las películas. ¿O no?

A mi me parece muy bien si algunos productores quieren hacer cine de autor, y conformarse con unos pocos centenares de críticos espectadores amantes del séptimo arte. Ellos verán a cuanto tienen que poner el precio de la entrada para que les sea rentable… si acaso logran la rentabilidad. En caso contrario no le reclamen a nadie por los resultados económicos. Creo que no se necesitan protecciones ni subvenciones, sino «buenas» películas. Filmen los géneros que a la gente le gusta ver (llámenlo cine comercial si lo prefieren); háganlo bien y llenen la taquilla.  Ejemplos de buenas películas españolas que han llenado el aforo hay bastantes. La fórmula está a la vista, y sin patentes.

En el caso de los restaurantes abundan los clientes para todos los estilos y modalidades, pues hay paladares, volúmenes estomacales y bolsillos de todos los tipos. Con el cine el caso es algo distinto.  Pero decir «comida de autor» no es referirse a mala comida, en absoluto, todo lo contrario. El cine de autor tampoco es sinónimo de malas películas. ¡Dios me libre de afirmar tal falacia! Sin embargo, una buena película, cinematográficamente hablando, no necesariamente es un gran éxito de taquilla. Pero hay fórmulas bastante probadas que suelen resultar. Tomen el ejemplo de la India y su Bollywood.  A ellos parece funcionarles bien eso de filmar al gusto de los espectadores. Pedir protecciones o subvenciones (que, al fin y al cabo, provienen de los impuestos de todos los contribuyente), para ayudar a producir películas que nadie quiere ver, no me parece el camino para lograr un buen cine nacional.

Fotografia: Akira Kurosawa.

Actualización 22-04-2009:  Leo un interesante artículo escrito por Diana Sánchez en su blog alojado en el diario 20minutos, titulado El cine español le cuesta un ojo de la cara al Estado. Realmente que, en términos de millones de euros, resulta ya vergonzoso y alarmante los enormes subsidios del gobierno al cine español, despilfarrados en películas que resultan enormes fracasos de taquilla. Pienso que si a los productores y directores les costara verdadero esfuerzo conseguir el dinero, o si arriesgaran el propio, como usualmente es en otros sitios, se preocuparían más por lo que hacen. ¿Pero para qué van a preocuparse si tienen los sueldos asegurados?

Esta entrada ha sido publicada en De cine y música y etiquetada como , . Guarda el enlace permanente.

Una respuesta en “Cocina y cine de autor

  1. keyla dijo:

    Padre, estoy totalmente de acuerdo contigo. Me molesta siempre que alguien me quiere obligar a ver una pelicula solo porque se supone que es cine nacional ¡es que me da igual si viene de Holiwood! Yo voy al cine a entretenerme, a ver lo que yo quiera y no lo que me exijan.

    Si alguien quiere hacer cine de autor, me parece fantastico pero que acepte de una vez que el cine de autor es para un público selecto, igual que otras muchas ramas.

    El éxito en una taquilla no va de la mano del cine de autor, va del gusto del público y deben escoger por algo: o taquilla o autor.

Los comentarios están cerrados.