¿Responsabilidad criminal de ANV?


En una [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE], en Madrid, al presidente del Congreso de los diputados, José Bono, le preguntaron:

-ETA ha vuelto a asesinar en un municipio de ANV. ¿Considera necesario disolver las corporaciones donde gobierna la formación filoterrorista?

La respuesta de Bono merece mucho más que mis aplausos.

No me corresponde proponer esas medidas y no lo hago, pero cuando en un pueblo 2.000 habitantes votan a ANV, es que necesitan tratamiento. La ley debe aplicarse con rigor a todos los que de alguna manera justifiquen, aplaudan o ayuden a los asesinos. Jamás sería defensor, ni siquiera de oficio, de esos individuos de ANV.

El reciente asesinato de Ignacio Uría Mendizábal, último trofeo sangriento en la colección de ETA,  merece la repulsa pública de cualquiera que se precie de tener sentimientos humanitarios.  Y así lo hicieron al distintas toldas políticas españolas, con una excepción. ¿Quién si no? La Acción Nacionalista Vasca (ANV), que en el Ayuntamiento de Pamplona se negó a condenar el asesinato cometido por ETA.

Esa nueva acción les va a costar aún más, y ya les está costando. El PSOE y el PP concuerdan en buscar una fórmula para disolver los ayuntamientos gobernados el ANV. Y otros partidos políticos ya han roto el pacto político con ANV.

Yo no creo que, en la actualidad, la banda terrorista ETA persiga ningún fin social para el pueblo vasco, ni siquiera un fin político concreto.  Los duros golpes que la policía les ha asestado los está dejando sin recursos logísticos, humanos, materiales y económicos. Por eso, a través de organizaciones políticas títeres, ETA se mete en las alcaldías, buen baluarte para obtener información y control, siendo sus ojos, oídos y larga mano en cada pueblo que controlan. Y también son un excelente medio para la disposición del mucho dinero público que gestionan.

Y hoy no me voy a andar con medias tintas, al emitir mi opinión personal sobre los integrantes de ANV. Yo pienso que solamente alguien con inclinaciones criminales se puede alegrar cuando, premeditada y alevosamente, un criminal asesina a un ciudadano. Como Bono, yo también pienso que todos los que de alguna manera justifiquen, aplaudan o ayuden a los asesinos,  deben ser penalizados.  Recordando una referencia a la forma en que se realiza el sacrificio del cerdo, en mi pueblo se dice que tan culpable es el que mata como el que sostiene la pata. Así que, la negativa de ANV de censurar el asesinato cometido por ETA, para mí no es sino un síntoma de la complacencia de sus miembros con el hecho criminal. En estas cosas tan sólo hay una de dos posiciones: o condenas o consientes. En cierto modo, mejor así, pues ya basta de falsas caretas y apariencias.

Creo que el pueblo vasco debería hacerse un profundo análisis de conciencia y mirar hacia los lados, para ver quienes son algunos de sus vecinos, esos a los que se saluda todos los días. Porque no basta con participar en una manifestación de protesta y hacer un rechazo público ante crímenes como estos, que terminan siendo de boca para afuera, si sigues sonriéndole a los criminales directos, a los permisivos y a los corresponsables.

Me gustaría equivocarme, pero lo más probable es que éste, el que recordaremos como el crimen de Azpeitia no sea el último de ETA. Por eso quiero terminar con una frase que me ha resultado motivo de interesantes reflexiones, que tomo del blog de Diencéfalo, en su post. Pistoleros en las calles:

ETA sigue haciendo buena la máxima del nacionalismo: «Despreciar la vida y la libertad de los individuos en nombre de un bien superior llamado Pueblo o Patria».

Nota: foto de archivo del diario 20minutos.es

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