La legal injusticia y quienes la aplican

Pasacalles carnavalescosHace días yo escribí un post sobre la justicia penal española.
En aquel momento la califiqué de deplorable. Pero no fue porque el sistema carcelario sea deplorable, que no lo conozco; ni porque el sistema penitenciario, en general, sea deplorable, que tampoco lo conozco. Mucho menos porque el sistema judicial no tenga jueces íntegros, que cumplan con su trabajo y lo quieran hacer bien. Menos aún porque las leyes penales no sean las más adecuadas.
Cuando me referí a la justicia, fue en general, lo que abarca tanto a las leyes en si mismas, como al sistema judicial por completo. Y la calificación de deplorable fue para el caso específico que yo trataba, sobre el etarra José Ignacio «Iñaki» De Juana Chaos.

¿Por qué la enorme reacción social, contraria a todo lo que significara liberación de este etarra en particular?

Fuese que el gobierno de Rodríguez Zapatero tenía o no algún interés en su liberación, ―para complacer a ETA y Batasuna, o para lo que fuese― Fernando Ónega lo capta muy bien, en el artículo titulado Por fín habló, publicado en el diario La Vanguardia, del 8-03-2007. Refiriéndose a Zapatero dice:

No supo medir el grado de exaltación incubado desde el momento en que De Juana cumplió los 18 años por los tristemente famosos 25 asesinatos. Sus sensores no percibieron la irritación social que ese hombre suscita.

Considero que la sensibilidad del español con respecto a los miembros de ETA está muy a flor de piel. Además, el caso de De Juana Chaos parece tener su oscuro y torcido historial de intervencionismo político.

Siendo él un asesino, ya no estaba pagando la condena de unos 3.000 años por aquellos 25 asesinatos, que aún no olvidamos. Para el momento de este cuasi-indulto, que hace poco acaba de recibir, cumplía una condena menor, de sólo 3 años, por motivos que algunos opinan que fueron agarrados por los pelos, para mantenerlo encarcelado. En cualquier caso, su reciente excarcelación fue realizada bajo un alegato por motivos humanitarios, en vista de su precaria salud. Pero esa condición de enfermo grave se la provocó él mismo, intencional y deliberadamente, con su huelga de hambre; con la firme intención de forzar esa decisión; por lo que, en mi parecer, no cabían consideraciones de humanitarismo.

Esa liberación ha resultado indignante, no sólo por tratarse del «terrorista en que de forma más descarnada se ejemplifica la contumacia criminal, la total ausencia de arrepentimiento y la más repugnante crueldad hacia las víctimas» según expresa José Ignacio Wert, sino porque recuerda el de bastantes otros etarras beneficiados por el sistema penal. Durante los últimos 15 años, un total de 21 presos etarras han sido puestos en libertad en España y Francia, por sufrir enfermedades calificadas como graves. Para mi tranquilidad, me agradaría saber cuantos presos comunes han tenido similares beneficios. ¿Los hay?

José Ignacio De Juana Chaos escribió y publicó tres libros estando en prisión. El primero fue titulado Días (2000), y lo siguieron: La senda del abismo y Raíces del roble. Tan sólo por el primero obtuvo 175 días de reducción de la pena en el año 2002, debido a su «rendimiento intelectual». Ya sabemos, entonces, que los escritores tienen facilidades de obtener beneficios penales. ¿Será una buena opción la prisión para lograr publicar un libro?

A mi, lo que más me indigno, no fue tanto su liberación, sino las circunstancias como llego a conseguirla, y el recibimiento de héroe que en Euskadi le hicieron los hipócritas de Batasuna.

Sobre si la decisión de la liberación de De Juana fue legal no voy a opinar, pues el texto de la ley da para todo tipo de entendimiento, de lo contrario no serían necesarios los juriconsultos. Pero tengo mis motivos para pensar bastante parecido a como lo hace José Ignacio Wert, cuando dice que no fue [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE].

En ocasiones, cuando veo cosas así, llego a pensar que, la Justicia, en lugar de la dama que debe ser, se ha convertido en una achacosa peregrina que, por su cansado y lento paso, cuando llega lo hace tarde. Por si fuera poco, con el peso de tantas cosas en la cabeza y una avanzada miopía, intenta ir barriendo a su paso; mas por mucho que se afane, tan sólo logra remover la basura de un lado, echándola hacia el otro.


Post en otros medios:
Un total de 21 presos etarras han sido puestos en libertad

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4 respuestas a La legal injusticia y quienes la aplican

  1. Luis Amezaga dijo:

    Sí, lo que más escuece de una liberación de este tipo, es que se produce como fruto de un chantaje de una banda terrorista en activo. Como dije en un post, el Estado de Derecho muestra su grandeza si libera a un asesino cuya situación física es crítica, pero nos rinde a todos, si lo libera bajo coacción psicológica a toda la población. Lo que más molesta es que el misnistro y el presidente consideraran la medida como inteligente para apaciguar a los violentos.

  2. La verdad es díficil entender esa Justicia.

    No quiero contarte de la justicia aquí en mi país Venezuela.

    Un abrazo

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