¿Menores beneficios en los libros electrónicos?

e-reader NookEn Libranda afirman que conseguir los derechos electrónicos de cada autor es uno de los grandes caballos de batalla. «Muchos están todavía a la expectativa y por eso no han firmado», admiten. Esto sí que no me extraña. Porque algo que me he preguntado analizando todo esto, es si acaso disminuyen los beneficios de los autores (regalías) y el de los editores, en el caso del formato de libro digital o electrónico.

Haciendo algunos cálculos simples, un autor para poder percibir las mismas regalías (6% al 8%) que le da un libro impreso de 25€, tendría que vender dos libros en formato electrónico con un precio promedio de 8€, y tres libros en el caso de la eBookStore. En otras cifras, ese autor que logró vender, digamos, la nada sencilla ni despreciable cantidad de un millón de ejemplares impresos, precisaría vender de dos a tres millones de libros electrónicos para el mismo beneficio económico. ¿Es factible ese salto en las ventas de un libro electrónico? Por eso he dicho que no me resulta raro que muchos autores consagrados se lo estén pensando. Porque el esfuerzo para crear una novela es el mismo, indistintamente del precio final al público.

Por supuesto, los grandes autores best-sellers vendedores de millones de libros impresos no tienen mayor inconveniente. Porque para quien ha vendido cien millones de libros en papel (caso de Ken Follet, por ejemplo) poco le debe de importar la posible disminución de ganancias en el formato electrónico, porque está llegando a un público que quizás no compraría la versión en papel. Para los autores nuevoss o poco conocidos la cosa puede ser distinta.

¿Hay suficientes libros en formato digital?

En Apple parece que se dieron cuenta de que no todo era vender el iPad, sino que necesitaban aumentar su catálogo de eBooks disponibles en distintos idiomas. Ya hay 300.000 obras en español de dominio público en Internet, pero los lectores quieren ir más allá de los libros antiguos y los clásicos. La gente de Apple consideró que necesitaban atraer a editoriales y creadores de contenidos. Era necesaria tinta nueva, específicamente tinta electrónica, para satisfacer a ese mercado de millones de usuarios. Es más, se está abriendo la tendencia de buscar escritores exclusivamente de novelas en formato electrónico (de menor extensión que las impresas).

Sin embargo, como ya he expuesto en otro artículo anterior, posiblemente su modelo de negocio para estos libros en formato digital no fuese del agrado de la mayoría de los grandes autores actuales y sus casas editoriales (con algunas excepciones, como el caso de Ken Follet), debido al bajo precio promedio que Apple les coloca, lo que implica regalías mucho más reducidas. En España aún no han logrado acuerdos.

Dentro de las posibles estrategias a seguir, como la de permitir que los autores suban directamente sus obras digitalizadas, en un trabajo de auto edición, resultaba también lógico convocar castings> internacionales buscando nuevos autores y títulos frescos con contenidos de calidad. Y eso fue lo que hicieron.

¿Es la App Store la mejor opción para un escritor?

Después de mucho darle vueltas y analizar la conveniencia del público, con el acceso a la obra desde cualquier parte del mundo y a precios asequibles, yo aposté por publicar mi primera novela en formato electrónico, por lo que comencé a trabajar en ese sentido, poniendo todo de mi parte. Mis ángeles parecen haber premiado el esfuerzo y sucedió… lo que sucedió. Me pregunto ahora: ¿la iBookstore de Apple habrá sido el mejor sitio para empezar?

Apple ha dominado a través de iTunes el mercado de la música online y de la venta y alquiler de películas, pero parece no ocurrir lo mismo con los libros electrónicos. Puede ser efecto de su modelo de mercado cerrado, característico de Apple. Hasta ahora Amazón lleva la batuta en la venta de e-books. A título de ejemplo se dice que el laureado autor de ficción Joseph Andrew Konrath vendía 200 libros al día en formato electrónico vía Amazon Kindle, en cambio vía iBooks solo vendía unos 3 libros diarios.

Bueno, para mí la suerte está echada; pero para atrás, ni para agarrar impulso. Espero que mi novela «La comunión de los ángeles» esté disponible pronto para su descarga y tenga una buena acogida.

Pero si bien el publicar, más que un gran paso puede resultar un paso gigantesco, ahora viene la otra cara de la moneda, la angustia de todo autor que publica: la difusión de la obra. Sobre todo cuando no tienes detrás toda una campaña publicitaria de una gran editorial, ni tampoco la llamativa portada va a estar en una torre de libros dando hacia la puerta de entrada de las librerías, sino en cualquier estante, mostrando solo el lomo. O sabes que está a la venta, o no te enteras de su existencia. Con las tiendas en Internet ocurre igual.

Si acaso los beneficios por las ventas de libros electrónicos no fueren muy atractivos para los autores, parecen serlo menos aún para las grandes casas editoriales que intentan mantener su mismo modelo de negocio que para los libros impresos. En un libro de 30€ el autor percibe de 1,5 a 2,50€, las librerías entre el 30% al 50% y el resto es de las editoriales y sus distribuidoras.

En una interesante estrategia, la Amazon’s Digital Text Platform (DTP) ofrece el 70% sobre el precio del libro, a los autores que quieran realizar por ellos mismos el trabajo de maquetar y subir su libro en formato digital, pudiendo establecer el precio de venta para el mismo. Estas obras pasarán a estar disponibles en la Kindle apps para los Kindle, iPad, iPhone, iPod touch, PC, Mac, Blackberry, y otros dispositivos e-readers basados en Android.

Por su parte he leído que Apple también está permitiendo a los autores subir sus obras, aunque no he logrado averiguar las condiciones. Las empresas online que trabajan captando obras para la App Store a través de sus castings, realizando ellas todas las funciones de editorial, le dan a los autores el 30% de regalías sobre el precio de la obra.

Nota: Si no tienes un Kindle, la aplicación Amazon Kindle for PC permite leer libros electrónicos en una PC con Windows, Linux u otros S.O., pero hasta los momentos me ha sido imposible encontrar la forma de hacerlo con uno descargado de la eBookstore de Apple. ¿Alguien sabe cómo?

Pronto veremos autores y editores 100% digitales

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