Hay personas que, sin dudarlo ni un instante, darían a vida por salvar la de otras, e incluso la de una sola.
También hay aquellos para quienes su vida está por encima de la cualquiera, sea uno o muchos. No les importaría el sacrificio de miles para sobrevivir ellos.
¡Ah, ese eterno pulso entre el Eros y el Tánatos! En su teoría psicoanalítica, Sigmund Freud nos desarrolla la idea de una lucha ineludible, un pulso continuo entre esas dos fuerzas instintivas, aparentemente propias de la dualidad de la naturaleza humana, que son el espíritu de vida y el de muerte. Entiendo que no siempre es fácil que uno prevea en qué forma reaccionará llegado el momento de dejar salir el instinto de supervivencia o, por el contrario, el de autosacrificio.
¿Tú que crees? ¿Cuál es el espíritu que te impulsa? ¿Has pensado si te sacrificarías por otro o si, más bien, exigirías que se sacrificaran por ti? ¿Hasta dónde es lo más lejos que llegarías por salvar a otra persona de una muerte inminente y cierta?
On this day..
- Que gran persona era. - 2007
3 respuestas a Morir por otro, el autosacrificio humano