Premios Goya o gala del cine feminista reivindicativo

estatuilla de los Premios GoyaOtro año más que los Premios Goya tienen poca teleaudiencia.

La gala fue la menos vista desde 2009, bajando por primera vez de tres millones de espectadores en diez años.
¿Y qué esperaban?
¿Para qué voy a presenciar un acto tan politizado, además de marcado por las reivindicaciones feministas?

¿Para escuchar el mismo llantén sobre la discriminación por género, las diferencias salariales entre hombres y mujeres dentro de la industria, y las denuncias de que no hay suficientes nominaciones de mujeres en las diversas categorías?

Creo que me gustaría que se hablara más de cine, que habláramos de cine y, en cualquier caso, de los problemas que tiene el cine. No me parece el escaparate para tratar otros temas. Me gustaría hablar de las películas, de los actores, del trabajo de los actores, quizá de lo que cuesta producir una película hoy en día en España… pero no marear con otros temas, porque al final se desvirtúan un poco los mensajes y los discursos. Creo que hay otros sitios para reivindicar ese tipo de cosas”

Yo tengo que darle toda la razón a Arturo Valls. Ya marea. Sí, ya marea por el hecho de que esas reivindicaciones feministas (indistintamente de todo el derecho que les pueda asistir para ello y la realidad o no del hecho) se den dentro de ese contexto específico de esa gala, en la que se supone que se asiste para ver cuáles son las películas, los directores y actores premiados.

Es como si fuéramos a ver un concierto de música clásica o una ópera y, en el medio, se fueran levantando los músicos y cantantes para exponer sus problemas salariales.

¿Quieren hablar de esos problemas que hay dentro de la industria cinematográfica, y reclamar por reivindicaciones luciendo lacitos tontos con algún color específico, que no hacen sino acentuar el postureo al que muchos parecen tan propensos, y que cuesta tan poco?

Pues si quieren hablar de ello, y tratar de buscarles soluciones en lugar de hacer política y demagogia, entonces ¿por qué no crean una cena o noche de la industria cinematográfica o de las artes audiovisuales? O con el nombre que más les guste. En ella hablen de todo eso, despotriquen, critiquen y, sobre todo, dialoguen y busquen soluciones factibles, pero dejen la gala de los Premios Goya libre para lo que de verdad es: entregar los galardones. Quizás entonces aumente la teleaudiencia.

Por cierto: un poco de humor viene bien en todo, sin embargo, a mí me parece que que para un acto como los Goya, lo menos importante es tener de presentadores a dos payasos, o a humoristas del «Club de la Comedia» esforzándose en hacer reír al público.

¿Cine español? ¿Qué cine?
De todas las películas españolas que fueron estrenadas en el 2016, 21 de ellas, que representan el 13% del total en ese año, tuvieron menos de 100 espectadores en las salas de cine. ¿Cine de autor?

No puede haber cine cuando lo único que les interesa a los productores (o al menos esa es la impresión que da) son las subvenciones que recibirán. Que tengo éxito en taquilla les importa un rábano. Cuando se decidan a hacer el cine que el público quiere ver no serán necesarias las subvenciones. Pero, claro, eso no tendría gracia.

No son todos, pero esas son las situaciones que deslucen por completo a esos productores y directores que se esfuerzan por hacer las cosas bien y entregar una buena película.

www.alertadigital.com/2018/02/05/de-espaldas-al-odioso-cine-espanol-menos-de-tres-millones-de-espectadores-siguieron-la-gala-de-los-goya/

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