AEOLUS, base refrigerante para portátiles

Hace un par de años mi hijo compró en el Corte Inglés un ordenador portátil HP  Pavillion  serie 8000 con pantalla de 17″ y un microprocesador Intel Pentium IV 630 a 3000 MHz. Yo estaba en el exterior cuando él lo recibió, y lo lamenté mucho. Porque ese ordenador era para haberlo encendido y, a la media hora como máximo, haberlo apagado, metido en la caja y devuelto a la tienda pidiendo la devolución del dinero, jurando no comprar jamás otro modelo similar. Por lo menos no uno que tenga un microprocesador diseñado para un equipo de escritorio y no para un portátil. Pero mi hijo no lo hizo entonces, ni cuando aún podía. Resulta desesperante el ruido que meten sus ventiladores al máximo de revoluciones; porque siempre está al tope de temperatura.

Un ordenador-calefactor.

Con los ventiladores limpios de polvo y buenas condiciones ambientales la temperatura de la CPU no baja de 75 grados centígrados. En comparación, mi Toshiba Satellite P105, también de 17″, con un Intel Core Duo T2400 a 1833 MHz promedia solo 55 grados. Cuando llega el verano y la temperatura ambiente campea sobre los 32 grados, aún sin realizar operaciones de máxima exigencia para el CPU la temperatura de la HP llega a los 80 grados centígrados (mi Toshiba alcanza 61-66 según la carga de trabajo). Y cuando sobrepasa los 82 grados el portátil HP se apaga; afortunadamente, por el bien del equipo. Lamentablemente, si en ese momento mi hijo está haciendo algún trabajo que no se ha guardado, el grito de rabia lo dice todo.

Si afirmo que es casi imposible colocar la mano debajo de ese portátil HP sin quemarse, y que hasta el teclado resulta un riesgo en tales condiciones, no es una afirmación folclórica. Se imaginarán como queda la superficie de la mesa sobre la que está puesto. Durante la garantía se envió varias veces al servicio técnico y el quipo regresaba «algo mejor», aunque solo por corto tiempo, volviendo pronto a las andadas.  Cuando finalice su vida útil quizás quede para mantener calientes las tazas de café colocadas encima y a los lados.

Los grandes y ruidosos ventiladores que tiene debajo resultan poco eficientes para enfriar, aunque perfectamente aptos para atormentar con su ruido y poner a sudar a quien esté cerca. Lamentablemente no dispongo de un decibelímetro para medir el nivel del ruido. Por otra parte, se ensucian una barbaridad y, por supuesto, no hay forma de acceder a ellos directamente por debajo, para limpiarlos. Como en casi el 99,9% de las laptop, para llegar a los ventiladores se hace necesario desarmarla toda y, a diferencia de un ordenador de sobre mesa, no es cosa nada sencilla desarmar un portátil si no se sabe exactamente cómo hacerlo.

Una base refrigerante.

Después de una larga búsqueda (*), hace poco más de un mes encontré en una tienda Media Markt de Madrid una base refrigerante marca Enermax modelo Aeolus P001G-B, apta para soportar laptops desde12″ hasta 17″. Es una resistente estructura de aluminio y acero. Tiene un peso de 1,3 Kgs y un diseño que le da bastante estabilidad. Levanta el equipo  4,5 cm sobre la superficie de la mesa en su parte posterior y 2,5 cm en la delantera. Ya solo con colocar el portátil sobre ella, todo ese espacio de ventilación por debajo hizo que la temperatura bajara casi cuatro grados al poder disipar mejor el calor.

Cuando encendimos a su máxima velocidad el enorme ventilador plástico de 25 cm de diámetro y 11 aspas pensamos que no funcionaba, de lo silencioso que es (20 dba). La alegría fue observar como descendía la temperatura del portátil desde los 78 grados centígrados hasta los 65.  ¡Un descenso de trece grados! Ahora, salvo casos puntuales de mucho uso del CPU y alta temperatura externa, la laptop HP, aún con este acalorado verano madrileño, con la ayuda del Aeolus se suele mantener entre los 65 y 68 grados centígrados.

Lo que promete el Aeolux.

Los gráficos del Aeolus fabricado por Enermax aseguran bajar la temperatura de una CPU desde los 73,2 grados centígrados hasta los 53,7 funcionando en su velocidad media, y hasta los 51,5 en velocidad alta. Es decir, un descenso de 21,7 grados. Yo no he realizado un análisis técnico estricto, cronómetro, termómetro y especificaciones técnicas del microprocesador en mano, y bajo distintas condiciones de ambiente y carga de trabajo, porque esa no era mi intención; pero puedo afirmar que, en el caso del ordenador portátil HP de mi hijo, no ha logrado bajarle la temperatura más allá de los 65 grados. ¡Pero es todo un éxito de esta base refrigeradora, para con un laptop atípico que, sin ella, promediaría unos trece grados más de temperatura, suficientes para rozar el desastre.

Las especificaciones de esta base refrigerante indican que, bajo ciertas condiciones, por supuesto, con el ventilador a la velocidad máxima puede disminuir también la temperatura de la memoria RAM en unos diecisiete grados centígrados y la del disco duro en casi cuatro. Y lo mejor de todo es que la base no requiere conectarse a la toma de corriente, ya que se alimenta directamente de un puerto USB del propio ordenador. La única parte que considero algo débil es el ventilador y su estructura plástica protectora, que quedan un tanto vulnerables por debajo, sujetos a sufrir daños si la base con el laptop encima se manipula de forma incorrecta. Es asunto de andar con un poco de cuidado en este sentido.

Nota aclaratoria (*): La «larga búsqueda» fue porque, para ordenadores portátiles (laptops) de 14″ y 15″, hay abundantes bases refrigerantes en el mercado; pero se puede hacer difícil conseguirlas para  17″.

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Una respuesta en “AEOLUS, base refrigerante para portátiles

  1. maelva dijo:

    Amigo guardafaro,
    Gracias por la informacion, es justo lo que busco.
    Saludos.

    –maelva

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