Al desnudo en su balcón

Desnudo en el balcón

Conocí a Lully hace ya un tiempo, a través de su interesante y un tanto polémico blog Reflexiones al desnudo, que mantiene en Blogspot.

Allí, un tanto desinhibidamente, ―quizás demasiado, podrán opinar algunos― ella intenta «desnudar» ciertas realidades que otros callan.

Unas veces lo hace con las suyas propias. Realidad o ficción, esa es harina de otro costal. ―A los lectores del afamado y premiado blog titulado Diario de una mujer gorda, no les importa mucho esa ficción narrativa maquillada de verdad, y sazonada con sabor hogareño―.

Otras, ella se enfrasca en tratar de poner al desnudo la realidad que hay detrás de ciertos temas. En ocasiones parece lograrlo bastante satisfactoriamente. El resultado dependerá de la opinión de cada quien. Pero hay veces en que no le va tan bien.

Eso fue lo que, al parecer, le ocurrió cuando llegó a la conclusión de que es imposible desnudar la atracción. Desde entonces hemos intercambiado visitas en los respectivos blogs, y conversaciones por vía de chat y correo electrónico. Actualmente, Reflexiones al desnudo es uno de los enlaces que se pueden encontrar en la sección de mis blogs amigos.

Pero esta insistente y perseverante colombiana online, hace un par de semanas atrás, se empeñó en que quería hacerme una entrevista para una revista web en donde es columnista. Fue tan convincente que, finalmente, accedí. Al fin y al cabo, ¿qué problemas podrían haber en una simple entrevista?

Ayer 19, la revista equinoXio publicó esa entrevista en su columna Al desnudo en mi balcón. ―Como que a ella le gusta más una situación bien al desnudo que lo que, al parecer, le gustaba una conversación erótica, picaresca y de doble sentido, a Don Camilo José Cela―.

La fotografía del bellísimo balcón, que coloqué de portada, corresponde al banner de cabecera en la página de su columna.

Esa chica desperdicia menos material, que una hermanita de la caridad las donaciones que recibe. De todo lo que conversamos no tiró nada a la papelera. ¡Y luego decimos que las mujeres no nos escuchan! Lo que no utilizó para su columna principal lo usó para otras anotaciones cortas. Pero ya he tomado buena nota de ese método. Todos los días se aprende algo interesante y útil.

En las contadas oportunidades en que, por razones de mi trabajo, he tenido que dar algunas declaraciones de prensa, al final siempre he insistido en que el periodista me repitiera el contenido de sus anotaciones. Solamente de esa forma yo podía estar seguro de que lo anotado se correspondió con lo que yo dije. Particularmente cuando se trata de lenguaje técnico. Y aún así, uno nunca está seguro de lo que van a publicar al final. Porque en lugar de sacar que el huracán fulanita no tocará las costas venezolanas, porque así lo indica su trayectoria, terminan escribiendo que la población debe tomar medidas preventivas, porque hay muchas posibilidades de que el huracán se acerque peligrosamente.

Pero Lully no cayó en esas libertades, o excesos, cosa que le agradezco.

Solamente espero que, quien lea su columna, no crea que ya me conoce bien. ¡No faltaría más! ¡Un pisciano que se precie nunca dejaría que alguien llegara a conocerlo bien! ¿Qué sería de nuestro secreto mundo interior, entonces?

Pero también espero que no vayan tampoco a pensar que soy más lunático de lo que en realidad soy. Vamos, ni tan lunático ni tan mundano. El justo medio está bien. Miren que a la mayoría de mis familiares les ha llevado casi 50 años darse cuenta de que no lo estoy. Y me refiero a la mayoría de mis familiares, porque hay algunos que piensan que, precisamente, ahora es que lo estoy.
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2 respuestas a Al desnudo en su balcón

  1. María Luján dijo:

    Muy interesante la entrevista, supongo que se debe a que ella es una mujer especial, y aunque eres escurridizo como un pez, ella ha sabido
    «desnudar» a un guardafaro con muchas inquietudes.
    Creo que vienen bien unos versos de J.Angel Buesa:
    «y aprenderas entonces que hay cosas como el sueño,
    coas que nunca han sido, pero que pueden ser».
    Suerte. Saludos cordiales.

  2. lully dijo:

    Alfredo: Te agradezco tu deferencia y me sorprende tu forma de «desnudame». Ha sido un auténtico placer que hayas estado en mi balcón y te aprecio mucho.
    Un saludo afectuoso!
    LULLY

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