Alakrana, pesqueros y piratas somalies

Los treinta y seis tripulantes del buque atunero español de nombre Alakrana, [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE] por piratas somalies el 3 de Octubre de este año, tienen lo que se buscaron, ni más ni menos.

Quizás pueda restarle algunas responsabilidades a la tripulación en general que, en la mayoría de las ocasiones, no tiene ni voz ni voto en cuanto a decidir la ruta que seguirá el buque, y subírsela al capitán del buque y al de pesca, así como a los propietarios o armadores, que son quienes ordenan y permiten. Porque, si estaban, como se afirma, fuera de la zona de seguridad que se les marcó y, si, además, se encontraban faenando sin permiso dentro de aguas territoriales de la República Somalí, tienen, como he dicho, lo que se buscaron; le duela a quien le duela.

Con esto no quiero decir que no me solidarice con las tribulaciones que está pasando esa tripulación, ni con las angustias de sus familiares y allegados; pero no los lloro. Soy una persona sensible a las penalidades que pueda sufrir cualquier gato, perro o pájaro silvestre, por lo que soy aún más sensible al dolor humano. Pero no lloro a quien no conozco; sería irracional. Porque, en caso contrario, viviría sumido en un mar de lágrimas, ya que, cada segundo, mueren centenares de personas en el mundo.

Pero hablamos de responsabilidades.

Sobreexplotación pesquera

Es cierto que los peces, sobre todos los de costumbres migratorias, no pasan por donde uno quiere. Los atunes no se meten en las rías gallegas ni nadan por las costas vascas. Tampoco el asunto de fondo trata de atunes, por más que el Alakrana sea un moderno y muy confortable buque dedicado a la captura de túnidos. Se trata de cualquier especie marina, se trata de la pesca en sí misma y de la sobre explotación que se hace de ella.

España ha venido sobre explotando sus caladeros, lo que no es ningún secreto. Y las cofradías de pescadores y los propios empresarios no han tenido empacho de quejarse, tratando de responsabilizar a otros de sus propias culpas, responsabilidades y miserias. Han llegado a alegar que en países pobres (como el caso de Somalia y otros africanos o latinoamericanos), que ni siquiera tienen una flota pesquera comercial, sus caladeros rebosan de peces; pero que ni los aprovechan ellos ni dejan que los pesquen otros. ¡Que bonito! ¡Hermosas palabras, propias de imbéciles! Acabamos con nuestros propios recursos y solo nos interesa acabar los recursos de los demás, en pro de nuestro beneficio personal. Quizás esos caladeros, sub-aprovechados desde el punto de vista de quienes solo conciben la pesca como una explotación comercial intensiva, sean los únicos sitios donde determinadas especies puedan reproducirse.

Pescadores preocupados y pescadores-farsantes

La experiencia de toda una vida marinera me hace ser muy escéptico en algunas cosas, sobre todo cuando escucho a los grandes armadores de pesqueros alegar que los pescadores son los que más cuidan los mares y los peces, pues de ellos viven. ¿Entonces quienes son esos que a cada rato las autoridades andan atrapando fuera de las áreas de pesca, en caladeros ajenos o trasbordando en alta mar el exceso de pesca a otros buques? ¿Son albañiles, fontaneros, electricistas o ingenieros aburridos?

Y eso no solo ocurre en España. En los años en que ejercí como Piloto Práctico, conduciendo buques en las costas caribeñas de Venezuela, me harté de ver durante las noches a buques arrastreros que, amparados en la oscuridad y la falta de vigilancia marítima nocturna, faenaban en sitios prohibidos como la Bahía de Pozuelos, en Puerto La Cruz; dentro del Parque Nacional Mochima o cerca de la costa, violando concienzudamente las leyes al respecto. Eran buques de los mismos empresarios que en las reuniones oficiales más fuerte hablaban de protección medioambiental.

¿Protección armada en los buques de pesca?

Las negociaciones sobre la liberación del buque Alakrana y sus tripulantes está al rojo vivo. Para intentar acabar con la amenaza de los piratas somalies, poner vigilantes privados armados a bordo de los buques atuneros, o [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE] son algunas de las alternativas que están sobre el tapete internacional, o al menos las que España baraja. Pero, aún con vigilantes privados abordo, me pregunto ¿qué deberá considerarse armamento pesado que resulte adecuado y eficaz? Lo digo porque no es mucho lo que se puede hacer cuando dentro del bote de los atacantes ves que lleva lanza-granadas, lanza-misiles y armamento pesado similar, con el que pueden dañar severamente el buque, e incluso hundirlo.

La amenaza de los piratas provenientes de la República Somalí no es nada nuevo, pues viene ya de 1990. Y es muy seria, no me cabe duda, porque no menos seria es la situación que atraviesa la República Somalí.  ¿Pero qué empujó a esa gente a la piratería como medio de subsistencia? Podría decir mucho, pero solo transcribiré un trozo que tomo de la Wikipedia cuando habla de las acciones de los piratas somalíes.

Los involucrados en estas actividades ilegales son jóvenes de zonas pobres que tienen en la piratería una aspiración. Las cuantiosas sumas de rescate pedidas rondan entre los 250.000 y el millón de euros. De acuerdo al testimonio de uno de los saqueadores, fue la acaparación de la pesca por parte de barcos extranjeros lo que incitó a involucrarse en el crimen. En cuanto a lo robado se asevera ser distribuido «con justicia».
Además de pescadores, las bandas las integran ex combatientes y técnicos expertos en aparatos de última tecnología. Hasta abril de 2009 se calculan unos 1.500 individuos implicados en el pillaje, a diferencia de la centena estimada hace siete años.
Generalmente los ataques son realizados por un pequeño grupo (de siete a diez individuos), y en rápidos botes con motores fuera de borda, que usualmente parten desde una nave nodriza; aunque, una vez realizado el abordaje, permanecen unos 50 piratas en la nave, y una suma similar espera en la costa por cualquier eventualidad.

Entre el armamento utilizado en las embestidas se encuentran fusiles Kalashnikov y lanzagranadas. En sus operativos son empleados teléfonos satelitales y GPS. El asalto al barco es efectuado sujetandolo con ganchos (algunos impulsados a manera de proyectil), para después trepar con cuerdas y escaleras. También, a manera de disuasión, los piratas optan por atacar previamente al objetivo para forzarlo a parar y así abordar con facilidad.

El destacado del texto lo he agragado yo, por si alguno no le prestó atención. Y vuelvo a repetirlo: «fue la acaparación de la pesca por parte de barcos extranjeros lo que incitó (a los somalies) a involucrarse en el crimen». Y, al parecer, los mismos países y los mismos pesqueros que iniciaron esto hace dos décadas gritan ahora, demandando que eliminen a los piratas y les dejen a ellos libre el paso a los apetecibles caladeros para seguir con su piratería y expoliación pesquera. Cosas de la vida, de las políticas y las leyes ¿verdad?

Manifestación pública de ricos, silencio de pobres

Mientras en Somalia millones de personas viven sus miserias y sus dramas, olvidados del mundo, intentando sobrevivir como pueden y tratando de que, quienes más tienen, no les vayan a quitar lo poco que a ellos les queda, en España miles de personas se movilizan para [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE].  Peor es no hacer nada, aunque estoy convencido de que ni las manifestaciones de millones de personas en paises “ricos” como España, se convertirán en el adobo que hablandará el corazón de los piratas que representan a los somalíes indigentes. Pero desde que el juez del estrellato decidió (o cometió el error) traer a juicio a los dos piratas capturados, la cosa no es tan fácil como manifestar y pedir a gritos que liberen a los cautivos, porque ahora la justicia debe seguir su curso. Mientras, sobre las decisiones tomadas por el gobierno en este caso, hay quienes piensan que hay muchas cosas que no se entienden , en opinión de otros, hasta al Alakrana lo agarra la Ley de Murphy.  Y no faltan quienes opinan que hay muchas sombras en torno al secuestro del Alakrana y no dudan, incluso, en hablar de farsas.

No sé lo que habría hecho si aún estuviera de presidente George W Bush, si se tratara de un buque norteamericano, ya que USA no negocia con terroristas, fórmula tan cuestionada. Quizás habrían enviado un grupo de SEAL y rescatado a todos a tiro limpio. O quizás un avión Stealth habría, “por error” entrado en el espacio aéreo somalí y borrado del mapa el poblado principal de los piratas, por eso de “muerto el perro se acabó la rabia”. Lo que sí está claro es que, por lo pronto, los armadores ordenan a los patrones de sus buques que abandonen el caladero del índico y el gobierno español afirma que [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE].   Aunque parece que se atisba una posible luz que permita solucionar la dicotomía del conflicto, si se opta por la extradición de los dos piratas detenidos, según exigen los piratas secuestradores, aunque eso implique doblegarse y, en definitiva, ser los perdedores de este encuentro de fuerza, poder e inteligencia.

¿Por qué ocurren estas cosas? se preguntan muchos. Porque sí, simplemente. Sobre todo si hay intereses en que ocurran y en que se mantengan así. En opinión de muchos, la piratería en Somalia es un negocio en el que los piratas y abogados británicos están entre los principales beneficiarios.   De todo este asunto, lo único que me hubiera extrañado es que algo así no ocurriera.