El nuevo dios

bisonte de cerámicaSi estás pagando una hipoteca por 300.000 €, ya sabrás que, en cuanto comienzan  a subir los intereses, fácilmente pude incrementarse en ochenta o noventa euros el pago de la cuota mensual. Pues ahora imagínate una deuda de treinta mil… millones de euros. O mejor de trescientos mil millones, saca tu calculadora y echa números. Eso es lo que ocurre con los países.

El caso de Portugal, para mí era una muerte anunciada. Bastó que su presidente dijera que no necesitaban la asistencia del Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Julio Iglesias o quien fuera, para que, casi de inmediato, comenzaran a subirle los intereses. Mientras más insistían los portugueses en no necesitar ayuda financiera internacional, más les subían los intereses de la deuda. ¿Quién aguanta eso?

Antes, para destruir un país se usaban ejércitos, ahora se utiliza la economía internacional. Los bancos son entes que están por encima de todo y de todos, incluso por encima de las leyes de Dios y del hombre. Algunas legislaciones limitan los intereses de deudas a un máximo del 1% mensual, solo si eres una persona física o natural, porque más de eso se considera usura. Para las instituciones financieras ese límite no rige. En el Islam se condena el cobro de intereses, pero vete a decírselo a los bancos en esos países y ya me contarás lo que te responden.

Actualmente hay un nuevo dios que, como todo dios, es omnipotente y supra nacional, estando por encima del bien y el mal. Algunos prefieren llamarlo demonio al servicio del mal, pero viene a ser lo mismo, para efectos prácticos. Puede tomar diferentes nombres, quizás Standard & Poor’s  o cualquier otro, aunque, genéricamente, a este nuevo dios se le conoce como agencia de calificación  crediticia.

Si los astrofísicos utilizaran los mismos métodos de cálculo que los economistas, ninguna nave o sonda espacial llegaría nunca a donde va destinada. Porque la economía, aún cuando utilicen integrales de tercer o cuarto orden, es la más inexacta de las ciencias (?). Es más exacta la tipología de una persona, atendiendo a lo que dice la astrología por su fecha de nacimiento, que lo que la economía ha demostrado ser. ¿Pero qué importa? Lo que menos se pretende es que sea exacta, porque en eso, precisamente, su inexactitud, atribuida a la gran cantidad de variables posibles, es que, en último caso, se escudan para justificar sus errores… voluntarios o involuntarios.

Solo bastan intereses particulares de algunos países o grupos financieros, para que,  este nuevo dios que rige al mundo, aumente un poco el riesgo país por una lado y baje la calificación por otro, para que “los mercados financieros” se vuelvan locos y… adiós país que queremos hundir, que tendrá que tragarse, a la fuerza, las ayudas económicas junto con la tutela y exigencias de los financistas internacionales. Así, sin necesidad de ejércitos y ni un solo tiro. Se pueden hacer tan buenos negocios en un país ahogado económicamente…

Pero, bueno, ¿qué sé yo de economía? Tanto como de política. Esto no es más que una charla de cafetería después de dos o tres capucinos.

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Moodys amenaza

Actualización: 06-12-2011:  Amenazas de Standar&Poor´s

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