Milagros de cocina inexplicables

cesta de cocina llena de cubiertosLas películas de Harry Potter y sus amigos nos han mostrado esas tiendas de campaña mágicas, que por afuera tienen tan solo 3×2 metros, pero por dentro cuentan con cinco suites presidenciales, varios baños, gimnasio, biblioteca y todas las comodidades del mejor hotel de seis estrellas. Sin embargo, la señora J. K. Rowling no ha sido la primera ene esto.

Ya desde John Ford las películas de los pueblos indígenas norteamericanos nos muestran esa típica vivienda cónica hecha en pieles, por lo general de bisonte, a la que se denomina tipi, que también es mágica. Por afuera apenas tienen un par de metros de diámetro o poco más, pero cuando te muestran las escenas internas puedes encontrar reunido al consejo tribal, con cuatro docenas de hombres sentados en círculo, o una estancia familiar como los mejores salones que nos enseñan en las casas de ricos y famosos.

Pues en las cocinas de nuestras casas de hoy, se encuentra un pequeño aparato también mágico, cuyo diseño y capacidades resultan inexplicables.

Se trata de esas cestitas para colocar los cubiertos lavados, cuando no tienes un lavavajillas. Particularmente algunos diseños de… Ikea, por supuesto.

En la casa somos apenas cuatro pelagatos, pero en el cajón de los cubiertos, además de toda suerte de instrumentos inverosímiles que, desafortunadamente, no tienen manual de usuario, nosotros tenemos cubiertos para 24 comensales. Sí, para dos docenas, si te resulta mejor sacar la cuenta de esa forma. Pero nunca hay ningún cubierto limpio en ese cajón, todos están en la cestita de los cubiertos lavados.

—Nunca hay un cubierto en el cajón. ¿Te parece que compremos otra docena, querido?
¿Para qué?, me pregunto yo, si siempre van a estar todos en la maldita cesta. Porque tendrá unas dimensiones físicas externas, pero por dentro sería capaz hasta de tragarse las ollas.

Luego, para complicar las cosas (a pesar de ser Ikea), a la hora de yo querer sacar los cubiertos, como buen español (al menos en esto) intento cagarme en el nombre del diseñador que tuvo a su cargo el desarrollo de esa pieza, pero me resulta impronunciable, con lo que el tío se libra.

Porque, esa cesta mágica, a pesar de que se encuentra dividida en tres espacios, al menos en apariencia externa, por dentro se encuentran unidos en uno solo y, por supuesto, los cubiertos  no se mantienen verticales sino que se caen y quedan atravesados. No te digo a la hora de sacar un tenedor o un cuchillo enganchados.

Nada, que es una pieza de cocina sobre la que gravita uno de esos milagros inexplicables. Aunque es una redundancia, porque todo hecho milagroso lo es porque, precisamente, para el momento en que ocurre no existe los conocimientos suficientes para explicarlo.

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3 respuestas a Milagros de cocina inexplicables

  1. Juan Luis dijo:

    Ja,ja,ja ja, nunca imagine que se podria sacar un post dedicado a esos artilugios de cocina…que risa, digno de un monologo del club del acomedia!!

  2. goathemala dijo:

    Se vuelve a agradecer el humor. Precisamente antes de leerte, con un café en las manos, no encontraba la cucharilla. Imagina donde estaba. Un abrazo.

    • guardafaro dijo:

      Hola, Goathemala: al menos la encontraste. Los que usan lavavajillas automáticas no están mejor, porque los cubiertos, también, siempre están dentro. Pero es que estas cestitas son mágicas, pareciera que caben más cosas que el volumen interno. SAludos.

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