Esos inútiles propósitos de año nuevo

nuevo look del autorEstas son las fechas por las que todos… o casi todos, se hacen los consabidos buenos propósitos para (intentar) cumplir durante el año que va a entrar. Yo me he puesto a revisar los más populares, para ver si me los puedo aplicar:

Dejar de fumar: yo no fumo.

Dejar de beber: No tengo ese problema.

Rebajar: No me sobra ningún kilito. Mi madre dice que me faltan y mi médico que estoy perfecto.

Ir al gimnasio: Ya patino lo suficiente.

Poner a trabajar más las neuronas. ¡Será poco lo que escribo!

En cuanto a los consabidos arrepentimientos…

Yo sé bien que, por más que uno se esmere en el cuidado de cada palabra que escribe, dentro del contexto en que se encuentra y con la finalidad que tiene, siempre habrá un hoygan, un troll o cualquiera que las saque de contexto, o simplemente que entienda lo que quiere y hasta se sienta ofendido (*). Porque demasiados hay que van por ahí sintiéndose ofendidos, por todo lo que los demás hagan o dejen de hacer.

A quienes se hayan sentido ofendidos por algo que yo haya escrito en mis blogs, cuando mi propósito no era ese, solo puedo decirles una cosa, utilizando la frase más popular de España: ¡que se jodan! (Si la expresión pudo decirla una diputada en pleno Congreso y le fue reída la gracia, también los demás pocemos usarla). A los que yo haya ofendido de manera intencional, les digo que en nada me retracto. No recuerdo ningún caso, pero porsia.

Sobre lo que he hecho… pues algo habrá que quizás ahora cambiaría. Sobre lo que no hice, ya no puedo hacer nada, lamentablemente, y no vale lamentarse.

En fin, que en resumidas cuentas, no tengo ningún buen propósito que cumplir para el 2013, arrepentimientos que purgar ni mea culpa que entonar. Así que, por mi parte, para el 2013 no habrán promesas que luego se romperán. De todos modos yo no acostumbro a prometer. Bueno, yo suelo hacer una promesa en cada vida y este año que terminó hice una; muy sentida, eso sí, con todo mi corazón. Solo que dudo mucho de que me vengan a pedir el cumplimiento. De todos modos… yo no tengo jaima.

Deseos tengo uno solo, algo que pido y no es para mí, sino para otra persona. Ella no lo sabe, pero da igual.

No, todavía no han llegado los carnavales, pero yo ando en un cambio de look, por motivos de ambientación. Si me parezco al jeque Abú Malakayn, o a otro que no sea yo mismo, será pura coincidencia.

(*) Léelo otra vez, si no entendiste.

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Una respuesta en “Esos inútiles propósitos de año nuevo

  1. Oleg Danilow dijo:

    Excelente reflexión. Espero te encuentres «fine» en compañía de tus seres más queridos. Un fuerte, fraterno y salitroso abrazo, desde Caracas – Venezuela

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