Ganar concursos

plato con restos de velaYa se falló el Premio Planeta 2007. Eso me trae algo a la memoria. El 9 de mayo, en mi escrito «Como ganar el Premio 20Blogs» no hice sino exponer unas situaciones que a mi me parecieron de lo más obvias. Al parecer, para muchos no lo fueron.
En uno de los comentarios Luis Amezaga dijo:

Cuando me presente al Premio Planeta, le llamo para que me asesore, que seguro también tiene truco.

Pues ya yo quisiera saber si existe algún truco. Lo que si tengo claro es que, a ese codiciadísimo premio en particular, a pesar de los seudónimos, plicas y demás, si quieres participar tendrás que ser un escritor de trayectoria.

Aunque no llevo un seguimiento del asunto, en las ocasiones en que he podido saber de la vida del ganador de un premio literario de cierta importancia, invariablemente ha sido alguien con varias publicaciones anteriores, la mayoría también con premios previos. Pero no me he encontrado con ningún desconocido primerizo. Pero, como he dicho, no llevo ningún seguimiento de eso.

Ser escritor, y además bueno, es una cosa; publicar un libro, otra; ganar un concurso literario importante, es otra muy distinta. No todos los que tienen libros publicados son escritores. Las autobiografías de famosos no las escriben ellos mismos, sino escritores profesionales. Y hay quienes se limitan a poner su nombre y la fama previa, mientras otros les preparan los libros, porque ellos no tienen tiempo para escribirlos. Tampoco todos los que se ganan un premio, o están consagrados, lo lograron con la tercera obra, la quinta o con la quincuagésima, para afirmar que solamente escribiendo mucho es que se aprende a ser buen escritor. Hay quienes pegan el bestseller del siglo con la primera obra. Sino que le pregunten a Joanne K. Rowling.

Por otra parte, asumo que no todos los buenos escritores tienen libros publicados. Los hay que escriben por el placer de hacerlo. ¿Si Vargas Llosa, Gabriel García Márquez o Camilo José Cela no hubieran logrado publicar nada, y mantuvieran sus escritos guardados para la propia complacencia y la de sus amigos y familiares, dejarían de ser buenos escritores? En absoluto. Sería buenos escritores, pero desconocidos.

Todos coinciden en que para ganar concursos hay que concursar. Pero participar, simplemente, tampoco es el secreto. Puedes intentarlo mil veces, sin tener la menor oportunidad. El Padre Javier Mauleón, (q.e.p.d) quien me asesoró mucho y bien, en mi juventud, en cuanto a mi amplia producción poética de aquel entonces, una de las cosas que me enfatizó fue que, antes de asistir a un concurso literario había que conocer a los miembros del jurado. De nada sirve, me dijo, participar con una docena de los más exquisitos poemas del vanguardismo actual, en versos libres, carentes de métrica y rima, en un concurso en donde al jurado le gustan los sonetos bien medidos y rimados. Estarías condenado al fracaso.

Por otra parte, para escritores que quieran presentarse a concursos o ante las casas editoriales, una de las recomendaciones que leí era la de enviar la obra, primero a un corrector de gramática, y luego a uno de estilo. Alegaban que los editores, con tanto material disponible, no quieren perder tiempo con obras que tengan que corregir. Caro se pone entonces tener una obra lista para presentar. Seguramente que a la Rowling, después de su primer libro, no le hicieron asco a la gramática, ni pusieron mala cara al estilo. Pero ya era una triunfadora.

Y volviendo a los concursos, he leído quejas, generalmente veladas, sobre alguno en donde, de antemano, ya se sabía quien sería el ganador. Afortunadamente parece que no es la tendencia. Pero, en cuanto a ganar concursos -de literatura, arte o lo que sea- y de quienes deberían ganarlos, también he escuchado personalmente cosas que asombran.

En el año 1998, mi hijo Gustavo Adolfo era aún poco conocido en el medio de las artes plástica, y totalmente ajeno a la escultura. Lo suyo era y es el dibujo, la pintura y el diseño. Pero ganó en Venezuela el primer concurso que se llamó «Coca Cola y el Arte de Nuestra Tierra», convocado por la empresa Coca Cola y organizado por el Ateneo de Caracas. Fue con una obra tridimensional, de 2,30 metros de altura y casi otro tanto de diámetro en la base, titulada «El sebucán.» Representaba lo que, entre otros nombres, en Venezuela se conoce como el Baile del Sebucán.

escultura de Coca Cola con muñecosLa elaboración resultó bastante compleja, tanto por la construcción de la botella en sí como por la confección de las cinco parejas de muñecos-niños, casi a tamaño natural, y su detallado vestuario étnico. Pero para llevar sus minuciosas ideas a la realidad, estábamos los demás miembros de su familia, que por algo llevamos el arte en las venas. Fue el ganador indiscutible, tanto por decisión del jurado como por el gusto popular, por delante de artistas plásticos consagrados y de gran trayectoria, con muchos e indiscutibles méritos, pero cuyos trabajos de esa oportunidad no lo superaron. La obra fue mostrada en la exposición del Pabellón Coca Cola en la Expo Lisboa 98, ―de donde es la foto― en representación de Venezuela, junto con las esculturas ganadoras de los otros países.

Pero mi hijo ganó gracias a que el jurado estuvo integrado, principalmente, por ejecutivos de la empresa Coca Cola, quienes solamente miraban la calidad y representatividad de las obras, y no el nombre del artista. Porque, durante la estancia en Lisboa, a la presidenta del prestigioso Ateneo de Caracas, en tono contrariado, se le salió decir en público que la gloria debería ser para los consagrados. Hacía referencia al artista que quedó en segundo puesto, quien era todo un renombre internacional. ¡Vaya esperanza para los artistas noveles! Ella nunca le daría el premio a quien no tuviera una amplia trayectoria de éxitos, indistintamente de los méritos artísticos de las obras.

¿Ganar concursos, literarios o de lo que sea? Yo no tengo el secreto, ni conozco trucos. ¿El Premio Planeta? ¿De veras que estás pensando en ello, Luis? Porque me agradaría que algún conocido lo ganara. ¿Y qué te parece el Pulitzer?



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2 respuestas a Ganar concursos

  1. ff dijo:

    Hola. Estoy creando http://www.disemdi.com , un periódico digital que paga según las visitas que tenga tu artículo y me gustaría que colaboraras conmigo.
    Concédeme una entrevista a través de Messenger o gmail, mi correo es lonuestro27@hotmail.com. O bien mándame directamente un autorretrato escrito tuyo para colgarlo en la pagina http://www.wwwdisemdicom.blogspot.com donde está el mio ; conocer a Guillermo Chacón y el de los otros colaboradores.
    Un saludo.Jose Guillermo.

  2. Marlu dijo:

    Sobre el premio de la editorial de Lara hay unos comentarios sabrosos en el blog de Rafael Reig. Creo que hay un componente subjetivo importante a la hora de la concesión de premios. Si pertenezco a un jurado y una de las obras es de un amigo mio, es posible que sindarme cuenta me decante hacia la obra de esa persona. Hay que añadir los tópicos, porque hay jurados que son incapaces de valorar nada sin los clichés del momento, y a todo lo anterior hay que añadir intereses personales y económicos, pero a veces la mejor manera de darse a conocer es pasar por el circuito de los premios.
    Me alegra que el jurado de Coca-Cola que le dió el premio a tu hijo no tuviera el defecto del amiguismo y tampoco tuviera la decisión marcada por los clichés.
    Un abrazo.

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