Después de tres vuelos redondos debo concluir que no se tratan de casualidades. En la ruta Caracas-Madrid-Caracas, en el menú principal de la clase turista de Iberia, las dos opciones son totalmente previsible, por lo repetitivas.
Caracas-Madrid: Pasta corta; y algo parecido a carne guisada.
Madrid-Caracas: Trocitos de pollo con vegetales; o un arroz al que, eufemísticamente, llaman paella. La misma ensaladita con la rodaja de embutido estilo paté, y de postre, si tengo suerte no me toca la torta fría de chocolate, sino la de moka.
Menos mal que cambian las películas.
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