Mi nuevo Toshiba Tecra

portátil Toshiba Tecra A11Como dije en el post anterior, parafraseando la expresión real: a computador muerto, computador puesto o, mi portátil ha muerto, que viva mi nuevo portátil. No me ha quedado más remedio que, con todo el dolor económico que conlleva, adquirir otro cacharro nuevo. Un gasto no previsto en el presupuesto 2010.

Tras un amplio y serio análisis comparativo (como es costumbre en mí), que me llevó casi diez días, de los portátiles que me ofrece el mercado, confrontándolos contra mis gustos, necesidades, aspiraciones y lo que estaba dispuesto a gastar, decidí decantarme por un ordenador portátil que tuviera un teclado numérico separado, con pantalla panorámica de 15,6” HD TFT LED. Principalmente porque los de estas medidas suelen ser más económicos que los de 17” y mucho más que los de 14” o 13”. Por otra parte, la pantalla panorámica de 15,6  pulgadas, formato 16:9, me da una superficie bastante cercana  (al menos en anchura, que es lo que necesito) que las pantallas de 17.3”, con menos peso. Además, aunque no tanto como con una de 13”, aún puedo ir con ella a sentarme debajo de un árbol para escribir la última novela o un artículo cualquiera. Lo otro que tenía claro es que quería el nuevo procesador Intel 2010 de la serie i5 con doble núcleo.

El asunto giró en torno a decidirme por una marca y modelo. Como sucede en los coches, no todas las marcas son iguales. De inicio descarté Apple, Sony, Acer y HP. Luego fueron cayendo otras marcas hasta que  solo quedaron Dell, Asus y Toshiba, enfrentadas con dos modelos de similares características y prestaciones, integrando el nuevo procesador Intel i5-430M. Descarté a Dell por falta de teclado numérico separado en sus series de 15.6” y porque la batería de la de mi hija duró poco más de un año.

Mi inclinación por la Toshiba tiraba fuerte, no por simple fidelidad, sin más, sino por la buena experiencia de diez años con esa marca. Sin embargo había una mancha oscura en mi finalista: el portátil Satellite L500-22R, que no era otra cosa que mi conocimiento de los “puntos flacos” de la serie Satellite. Uno que nos ha dado guerra general en varios portátiles de 15” (ya con ocho años de uso) es la debilidad de las bisagras. Llega un momento en que ya no aguantan la pantalla en su posición de uso, con lo que se cae como un muerto. Por si fuera poco, para cuando esto sucede ya han pasado tres o cuatro años y te encuentras con que, el arreglito, no pasa por cambiar las bisagras de la pantalla o sus resorte, sino por sustituir “toda la pantalla” que, para colmo, además de que cuestan casi tanto como el portátil completo, resulta que ya no las consigues. Se supone que un portátil no debe durar tanto.

El otro punto flaco es su “debilidad” ante los golpes y caídas, aún mínimas (en esto supongo que como la mayoría de las otras marcas), como ya experimenté con el que recién me ha fallecido. Y debo decir que si ese Satellite me duró casi cuatro años sin pasar por el servicio técnico (aunque ya comenzaba a tener la temida holgura en las bisagras de la pesada pantalla) ha sido porque era uno de “los de antes” y que yo cuido mis cosas.  Los Satellite “de ahora”, con todos sus componentes y ensamblaje realizado en China, ¿dónde más?, al parecer son los clientes casi exclusivos del servicio técnico. De algún lado los fabricantes han de rebajar para reducir los costos y mantener los precios; supongo que es abaratando la calidad de muchos componentes.

En contraposición, parece ser que es muy raro encontrar reparando un Toshiba Tecra  o incluso un Satellite Pro que cuente con el especial sistema EasyGuard de Toshiba. Por eso es que, en definitiva, el portátil que me gustaba no era otro que el Toshiba Tecra A11-11G que es la serie profesional de Toshiba, “hechos para aguantar tratos rudos”, los cuales llevo observando desde hace algunos años, tanto como un niño con la boca echa agua, que mira una chupetina desde el otro lado de la vidriera de la confitería. Porque el verdadero trato rudo era para mi bolsillo, pues el precio de esa Tecra actualmente se iba por encima de mi presupuesto. O eso pensaba yo.

Resultó que en el mismo servicio técnico oficial de Toshiba, en donde me dieron la mala noticia de la pérdida total de mi carismático y fiable portátil Satéllite P-105 (del que he hablado en mi post anterior), que en Madrid es la tienda Repessa Sistemas,  me encontré con que, quizás como una  compensación, precisamente esa Tecra A11-11G (ensamblada en  Alemania en febrero de este año) la tenían incluida dentro de una promoción, con una interesante rebaja del precio. Entre lo que ellos bajaron y un pequeño esfuerzo económico adicional por mi parte, una atención personalizada y excelente información libre de prejuicios por parte de José Dominguez, la decisión estuvo echada.

Mira tú. Yo no lo pensé dos veces. Un salivazo en la palma, un apretón de manos y quedó cerrado el traro, a la vieja usanza irlandesa.  Solo el costo de subir la garantía de otro portátil a un tercer año, me hubiera costado tanto como la diferencia que pagué por esa Tecra. El motivo de la promoción era que ese modelo va a ser sustituido por otro, cuya única diferencia es que cuenta con un procesador i5-520M que a mí no me da más.

¿Motivos para mi elección?  Solo dos: Es una Tecra y tiene tres años de garantía internacional total Toshiba (incluida rotura de pantalla), cosa que no volverá. ¿Parecen pocos? Pues os resumiré que ser una Toshiba Tecra (y algunas Satellite Pro) significa contar con el sistema EasyGuard que implica tres aspectos: seguridad, protección y conectividad.

Carcasa de magnesio, más ligera y resistente, con sistema de absorción de impactos (incluyendo caídas), con refuerzo en la pantalla y área de disco duro, protección de este con desacople del cabezal ante vibraciones; teclado resistente al derrame de líquidos, bisagras reforzadas y todo el software especializado de Toshiba para protección de datos, diagnóstico y conectividad, entre muchas otras cosas. Debo añadir la confiada esperanza (estadísticamente sustentada) de no tener que visitar el servicio técnico.  En suma: para mí es un portátil actualizado para los próximos cinco años, como poco.

El cacharro viene con Windows 7 Profesional, aunque de 32 bits, no sé por qué, (al que no le encuentro lo maravilloso que dicen que es). Pero ahora que tengo un disco duro de unos modestos 350 GB (mi anterior era de 120 GB)  lo he particionado para tener arranque dual con sistemas operativos Windows y Linus. Ya le estoy instalando Ubuntu, sistema con el que pienso trabajar preferentemente, que ya he estado probando desde el CD y me siento bastante cómodo.

El sistema de alertas de Toshiba me avisó de que había unas actualizaciones, entre ellas el BIOS. Para mí, pensar en actualizarlo es peor aún de lo que era hace un par de años pensar en una actualización de WordPress. Un fallo durante la actualización del BIOS y al cuerno con todo el sistema. Pero todo el proceso se realizó de forma automática, sin más intervención por mi parte que dar al botón de aceptar… cruzar los dedos y rezar no sé qué. ¡Una maravilla!

simbolos en teclado ordenadordetalle de teclado de ordenadorLo único que echo enormemente en falta de las portátiles Toshiba es algo que traen las HP y alguna que otra, que son los iconos pintados sobre los laterales del teclado, que muestran que tipo de conexiones hay por los lados. Resultan una gran ayuda. Así no tendría que andar levantando el cacharro (todo negro, para terminar de fastidiarla) para ver en donde está la conexión de auriculares, la ranura de la tarjeta SD y otras. Con poca luz es toda una azaña. En fin, dicen que todo no puede ser perfecto.

El caso es que ya estoy de nuevo armado para el trabajo y de regreso también a los blogs. Un mes sin ordenador, que aproveché para una semanilla de descanso en Asturias, con visita a Mieres, Gijón (¿per qué caleyes andabes correteando, PERIN MEISON?), Cudillero, Avilés y otros lares.

Por cierto que los portátiles Toshiba Tecra no los encontrarás en grandes superficies como el Corte Inglés,  fnac, Media Markt, Carrefur o similares. Son la serie profesional de Toshiba.  Y no, no me están pagando por escribir esto. Me hubiera gustado que lo hicieran.

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3 respuestas a Mi nuevo Toshiba Tecra

  1. Perín dijo:

    Jaja,iba a decirlo yo,que si te pagaben,:)!!
    El asunto de los iconos quizá puedas solucionarlo de manera artesana,poniéndolo con trocinos de posit (en su defecto, papelinos con celo de toda la vida).Puede q el espacio sea pequeño – no estoy habituada a los portátiles- ,pero por intentarlo,oiga.A mí me solucionan muchas cosas.
    Lo de los «modestos 350gb»me hace muicha gracia,porque aquí funcionamos con… ¡¡¡80gb!!!Eso sí,el externo súperfashion multimedia(hay q presumir de lo poco q se tien,fíu) de 750 trabaja extras,pero no de continuo,claro.
    Me alegro q te hayas hecho con nueva máquina.Desde luego,yo tb confíio más en las tiendas pequeñas y más para estas cosas.Muy bien eso de nombrar al vendedor que,además, ¡¡Sabía de lo que hablaba!!
    Saludoos!!:)

    • guardafaro dijo:

      Lo de «modestos 350GB» va porque las otras opciones consideradas venían con HDD de 500GB, e incluso había un portátil que montaba uno de 650GB.

  2. Perín dijo:

    Mandete un mensaje,pero ya tarde, para no variar.
    Doy por hecho (y leído) que ya regresaste a tierras madrileñas.La ley de Murfi a mi lao no ye nada,pero bueno,ya te cuento en el mensaje electrónico.
    Saludos perrunos :).

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