Mi tributo a esos médicos y personal sanitario que lucha cada día.

Estamos en guerra mundial contra un enemigo común y sin conciencia que ataca a todos. Una guerra en la que no hay soldados ni civiles, mujeres, niños, ancianos ni hospitales o escuelas, sino una en la que todos son blancos iguales.

Pero los roles se han invertido y en esta, en los frentes de batalla no sucumben los soldados, sino los médicos y el personal sanitario, y todos aquellos otros valientes auxiliares cuya callada labor es imprescindible para poder mover y dispensar el avituallamiento, los suministros perentorios y las municiones especiales que se precisan para combatir a ese microscópico enemigo. Los demás intentamos atrincherarnos en la retaguardia, como bien podemos.

En aquellas absurdas guerras de antaño, siglos ha, los combatientes, convertidos en carne de cañón, marchaban en una amplia y apretada fila a pecho descubierto contra las balas del enemigo, mientras los generales observaban el desarrollo en la seguridad de la distancia. Luego de ella, se colgarían en el pecho una medalla más, a costa de los cadáveres fríos y la sangre aún caliente de miles de hombres y de bestias.

Así van nuestros héroes con corona, combatientes de hoy: a pecho y a cara descubiertos, para que ese despiadado virus los vea bien antes de infectarlos. Y también para que el Cielo los pueda reconocer y que San Pedro o el propio Creador Uno les abra de par en par las puertas doradas si se presentan ante ellas.

Hoy (*) amaneció un día frío, gris y lluvioso en Madrid. Incluso ha nevado cerca. Es como si la primavera llorara. Un día muy apto para las reflexiones. Cada quien aporta aquello que mejor puede y sabe. Yo soy escritor y este es mi tributo, minúsculo por demás, a todos esos anónimos que luchan a brazo partido y que no quieren ser héroes ni ser ungidos con una corona.

Podría poner muchas fotos de ese personal tirado por los pisos o caidos sobre escritorios y camillas, agotados por tantas horas y horas de trabajo sin descanso. Pero es algo que todos hemos visto de sobra en los diarios.

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Imagen de portada. «Batalla de Waterloo» cuadro de 1898 por el pintor británico William Holmes Sullivan, (1836–1908)

(*) Este artículo lo publiqué en mi página de Facebook el día 27 de marzo de este año.

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