Para mantenerse hidratado en verano

Con estos calores veraniegos la recomendación médica es que hay que tomar mucho líquido y, además, hacerlo con frecuencia, para mantenerse adecuadamente hidratados.

Fuera de la posibilidad de entrar en un bar cuando se te antoje, si lo tienes a mano, cada quien tiene tus propios métodos para reponer líquidos: muchos viandantes andan con la botella de agua en la mano, colgada a la cintura o dentro del bolso; los senderistas cuelgan la botella en el exterior de la mochila y los ciclistas y motoristas hace tiempo que tienen sus propios métodos, cónsonos con el vehículo. Aunque estoy seguro de que no todos los ciclistas están dispuestos a soltar el manillar para utilizar una o las dos manos destapando la botella de agua para beber en marcha.

Pero en esta época en que lo racional y recomendado son los «manos libres», hay métodos que intentan imponerse. Por ejemplo, quienes practican el excursionismo y senderismo van adoptando el método de llevar dentro de la mochila un recipiente plástico que, como si fuera un acordeón, se expande al ser llenado y se va contrayendo a medida que el líquido se consume. Está dotado con una manguera que sale del recipiente y fuera de la mochila, pasando por encima del hombro, lo que permite beber de forma sencilla y efectiva, sin ocupar las manos y sin detenerse.

Pues un método similar es el que alguien ha ideado con el casco porta-bebidas que se muestra en la foto. Es capaz de alojar dos potes de bebida (cerveza, malta, refrescos, agua, bebidas isotónicas o esa receta casera que tanto te gusta), uno a cada lado, comunicados por una manguera que, introduciéndose luego por la parte interna trasera del caso, pasa por encima del hombro hasta el frente del usuario, quien solo tiene que mantenerla en la boca para beber ad libitum. Vamos, que al trabajar como vasos comunicantes tienes doble ración disponible. Carlos, el joven de la foto, dice que resulta bastante efectivo.

Dejando aparte el hecho de si el casco, en lo que a su construcción se refiere, pueda estar homologado o no para el uso en algunos vehículos, es indudable que, desde el punto de vista de la función para la que está previsto, es muy apto para motoristas, personas en sillas de ruedas (como en este caso) y ciclistas que vayan sentados en forma vertical. Para los que utilizan bicicletas de carrera o montañeras no estoy tan seguro de su efectividad, por la posición tan inclinada que suelen adoptar. Se hace evidente que si fueras a llevar un par de botes de refresco abiertos, estarás expuesto a ir derramando el contenido a cada sacudida de la cabeza. Claro que se pueden utilizar los botellines cerrados especiales, con lo que se soluciona el problema. Por supuesto, si vas a manejar algún vehículo, aunque sea una bicicleta, no irás a ir tomando cerveza… a menos de que sea cerveza 0% si alcohol.

Nada, que con este artilugio no hay excusas para decir que, este  verano, el sol te quemó la sesera y te moriste de sed. Y antes de que me lo preguntes, te diré que no; yo no veo porque no puedas usar ese casco como cualquier sombrero, para ir de viandante. Eso si, luego no digas que querías ir por la calle de anónimo y reclamar el derecho a la intimidad, porque todos se van a voltear a mirarte y a fotografiarte.

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