¡Sexismo, sexismo! ¡A la guillotina con ellos!

cartel de carrera ciclista femenina¡Sexismo, sexismo! ¡A la guillotina con ellos!
Hace unos pocos siglos enviaban a cualquiera a la hoguera al grito de ¡herejía! Ahora se ha cambiado por los gritos de sexismo y xenofobia, al parecer.

A veces me parece que vivimos en unos tiempos en que muchos han perdido los papeles, el horizonte y las perspectivas. Generaciones sin orientación ninguna, pusilánimes y carentes de valores morales que no salen de una permanente masturbación mental.

Amamantar en público.

Para muchos resulta aceptable que, en un desfile de carnaval, las mujeres vayan nada más que con un pequeño biquini, con el torso desnudo mostrando las tetas: porque es un desfile de carnaval. Es también aceptable y nadie cuestiona que en la playa las mujeres estén en topless. No he visto a ninguna madre ni a ningún padre haciendo que su hijo mire para otro lado.

PERO hay quienes gritan ¡sacrilegio! cuando en un banco en la calle, en un centro comercial, en un museo, en un restaurante o en el asiento de un tren, discretamente una madre intenta amamantar a su bebé. Eso es una inmoralidad completamente intolerable. Hay gente que ve feo que se dé de mamar.

Es decir: que no es bien visto el amoroso acto de una madre de dar de mamar a su hijo.

¿No es bien visto por quiénes?
¿A qué perturbado mental le parece inmoral o inadecuado?
Tendrá que ser alguien a quien su madre no le dio de mamar. (No, no tengo ningún interés en ser políticamente correcto en esto. Es algo de lo que me dejé cuando tenía cincuenta y seis años). En el mejor de los casos, a alguna de esas madres le han pedido que se metiera en el baño de mujeres, para darle de comer a su hijo.

Amigo lector, ¿te parece que eso es una exageración? ¿Qué te parece que te diga que, por lo que se cuenta, 12.000 mujeres arrestadas al año en EEUU por amamantar en público.

Parece que también es aceptable que, en algunas playas, los bañistas puedan andar desnudos, pero se cuestionan estatuas que muestran los genitales, porque atentan contra la moral pública. Se acude al trillado: “¿Qué van a pensar los niños?”
Nada, pura hipocresía moral y desubicación total. Lo peor es cuando eso es lo que piensan los que tienen a su cargo dirigir las políticas de un país, y les hacen caso a los puñados de inadaptados que, aun teniendo un coeficiente mental promedio, se comportan como imbéciles totales.

Ofensas a la religión.

Luego están los que exigen que se retiren símbolos religiosos porque ofende su ateísmo. Son esos que no les importa mearse en la entrada de una iglesia ni posar desnudos sobre un altar, porque para ellos esos símbolos no significan nada. No voy a citar casos recientes, bien conocidos en la prensa española. Pero luego son los mismos que exigen que se les respete su derecho a la libertad de conciencia y a no tener creencias religiosas, cuando ellos han irrespetado y pisoteado los derechos religiosos de los demás.

Eso es como el individuo que secuestra a una mujer y durante una semana la viola y abusa de ella. Luego, durante el juicio penal, clama porque se le respeten sus derechos humanos y le den un buen trato.

Yo, ya lo he dicho en otras oportunidades, soy de los que piensan que no hay nada sagrado; nada, absolutamente nada. Pero respeto los lugares, oraciones, símbolos y objetos que otros consideran sagrados, por muy absurdos, carente de sentido o necios que puedan ser objetivamente.

Sexismo por doquier.

Ahora resulta que cualquier cosa es sexista.
Que no niego que no lo haya, porque sí que lo hay y en cantidad. O mejor debiera de decir que hay cantidad de hombres aprovechados, sin conciencia y con la libido desatada. Pero no es a los acosos sexuales a lo que me quiero referir, sino a esas seudoimágnes y situaciones consideradas por algunos como sexistas.

La pregunta sería: ¿Hay sexismo por todas partes o lo que hay son individuos que…? No, mejor no lo digo.

Imágenes de motos y de autos con chicas al lado, siempre en traje de baño o bikini, cuando no en topless o menos. Sí, eso cae dentro de la definición de sexismo. Yo lo que me pregunto es ¿por qué esas chicas, siempre tan bonitas, necesitan ponerse junto a un buen  auto o una moto para que los hombres las miren?

El hermoso poster de la imagen, que representa a la Emakumeen Bira 2016, una popular carrera ciclista femenina que se celebra cada año en Vizcaya, España, fue cuestionado por la Asociación de Mujeres Anderebide, que solicitó su retirada ¡por considerarlo sesixta!  ¡Tan solo porque la ciclista, ganadora el año anterior, aparece con un morrito tirando un beso. ¿Tú lo ves sexista?

Lo peor de todo es que el cartel fue retirado por los diligentes organizadores (que no encuentro manera como calificarlos).  Menos mal que otro colectivo de mujeres, representados por la presidenta de la Asociación Clara Campoamor, levantó su voz y mostró su rechazo a la retirada, porque ellas ven las cosas de otra manera y no encuentran nada de sexismo en esa imagen. Como ella dice:

¿… Nos escandalizamos cuando Contador atraviesa la línea de meta con los brazos en alto y lanza besos al público? (…).
Si el que lanza los besos es un hombre, no pasa nada. En cambio, si la que saluda con cariño a su afición es una mujer, la fotografía es sexista. En mi opinión esto sí que es sexismo.

No, si es que hay mujeres que debieran de ser enviadas a esos países musulmanes vestidas con un riguroso niqab negro. Porque allí no hay sexismo, dirán ellas (?). Y posiblemente alguna se quejaría de que, con todo y eso, los hombres le miran los ojos, que es lo único que le queda descubierto, y que prefiere ponerse un burka.

Nada, puesto a elegir prefiero mil veces la época de los hippies.

Enlaces a noticias externas:
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