Un volcán y el efecto mariposa de la economía

mariposa sobre una florUna erupción volcánica en una alejada isla en el norte de Europa, y el mundo entero se estremece.

Para los ciudadanos de la mayoría de los países desarrollados, carecía de importancia y significado todo lo que quedara geográficamente fuera de sus fronteras. Aquello de que el efecto mariposa (el efecto causado por el aleteo de una mariposa) en un lugar del mundo podría causar graves perturbaciones climatológicas en el opuesto, no parecía ser más que una reflexión filosófica simpática.

Pero las cosas comenzaron a cambiar, al menos en lo que a seguridad corresponde, con el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York y sus secuelas mundiales, porque el largo brazo del terrorismo internacional no encuentra barreras ni conoce fronteras.

No obstante, fuera de ese aspecto amenazante, situaciones como un maremoto en Indonesia, un terremoto en Haití,  deforestación en la amazonia, violencia sexual contra las mujeres en el Congo o la masacre de miles de personas en Uganda o Birmania (Myanmar) y tantas otras cosas, no preocupaban, porque parecía no alcanzarnos. ¿Que cada día mueren de hambre 800 niños en el Africa Subsahariana y que cada año fallecen  5,6 millones de ellos en todo el mundo, por falta de agua o alimento?   Pues ni pendientes, porque suele ser en sitios tan lejanos que ni me entero.

Pero ahora, con la situación surgida a raíz de la nube de cenizas arrojado por la erupción de un pequeño volcán en una islita tan alejada como Islandia, cobra más sentido que nunca la palabra «globalización» y el hecho de que nuestra sociedad y la economía que nos sostiene resulta ser extremadamente vulnerable a los efectos climáticos.

Decenas de miles de vuelos cancelados en un caos aéreo europeo sin precedentes. Millones de personas afectadas en sus desplazamientos a nivel mundial, vacaciones que se perdieron, familiares que no se visitaron, contratos que no pudieron cerrarse, compromisos comerciales que no pudieron cumplirse, pérdidas multimillonarias directas e indirectas a nivel mundial, que tendrán que ser evaluadas.

Porque la cancelación de esos vuelos por el cierre del espacio aéreo de distintos países europeos, así como el efecto mariposa, afectan a los vuelos en todos los rincones del mundo, a sus ciudadanos y sus economías.  Y si ese efecto no es ninguna especulación filosófica sino una verdad evidente en el caso de la climatología, mucho más lo es a nivel de la economía.

Actualización 21-04-2010: Hasta el día de ayer, martes 20 de Abril, por causa de las cenizas arrojadas por el volcán las aerollíneas calculan en 95.000 los vuelos que han sido cancelados, 1,2 millones de viajeros afectados y pérdidas por 1.264 millones de éuros. Y en España se calcula que solo en el sector turístico las pérdidas ascienden a 252 millones de euros.  Todo por el estornudo de un volcancito que queda por allá arriba en alguna parte.

Esta entrada ha sido publicada en Reflexiones sociales y etiquetada como , . Guarda el enlace permanente.