Los beneficios y los inconvenientes de la avena

hojuelas de avena

¿Sabías que la avena, el arroz o el jugo de naranja podrían ser perjudiciales para tu salud?

Una de las cosas que he podido comprobar, con el asunto de las desmitificaciones de los problemas y de los beneficios de tantos alimentos, es que por cada uno que te habla de las maravillas para la salud que aporta cierto alimento, saldrá otro que te diga lo dañino que es. Con la avena no podría ser diferente.
¿Pero la avena tiene algo que no sean beneficios?, preguntarás tú. Ya lo vamos a ver. Comenzaré por los beneficios, que es lo que te conseguirás con más facilidad.

Los beneficios más destacados de la avena

Es depurativa:
Ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre
Mejora la digestión;
Tiene proteínas de gran valor:
Es anticancerígena:
Es buena para el corazón:
Ayuda al sistema nervioso central:
Previene los problemas de tiroides:
Previene la osteoporosis:
Protege al organismo contra la arteriosclerosis, el infarto y la hipertensión, ya que su ácido linoleico y la fibra hace que el colesterol no pase al intestino.
Cuenta a su vez con poder suavizante sobre la mucosa gástrica, manteniendo a su vez la capacidad de aumentar el tránsito intestinal, gracias a que contiene fibras tanto insolubles como solubles.
Prevención del cáncer: contiene lignanos y fitoestrógenos, dos sustancias que ayudan a disminuir aquellos cánceres relacionados con las hormonas, como es el caso del cáncer de mama.
Es una gran aliada en los tratamientos de belleza: las propiedades de la avena no se aprovechan sólo al ingerirla. También se puede usar de manera tópica (externa) para una rutina estética y es mucho más económico que cualquier otro tratamiento de belleza.
Por si te parece poco, se trata de un diurético natural, ya que ayuda a reducir la acumulación de líquido en el cuerpo, mientras que ayuda a reducir los kilos de más, gracias a que su citada fibra actúa como regulador metabólico.
Es una de las mejores fuentes de energía que existen, por lo que se recomienda consumir a primera hora de la mañana o antes del mediodía, sobre todo para aquellos que trabajan muchas horas fuera de casa o tienen que estudiar para un examen.
Aporta saciedad: gracias a su alto contenido en hidratos de carbono complejos, también conocidos como carbohidratos de absorción lenta. Esto significa que su efecto saciante es muchísimo más prolongado, por lo que ayudar en la disminución del apetito y, en consecuencia, ayuda a bajar de peso.
Tejido nuevo: gracias a su contenido en proteínas, la avena ayuda y favorece la producción el desarrollo de tejidos nuevos en nuestro cuerpo.

Diez beneficios de este rico cereal.

1. Contiene aminoácidos esenciales que ayudan a estimular el hígado para producir más lecitina, esta depura los compuestos pesados del organismo.

2. La fibra soluble de la avena beneficia a las personas con diabetes, debido a que favorece la digestión del almidón estabilizando los niveles de azúcar, sobre todo después de comer.

3. Facilita el tránsito intestinal y evita el estreñimiento. La fibra insoluble reduce los ácidos biliares y disminuye su capacidad tóxica.

4. Es el cereal que contiene más proteínas, lo cual ayuda a la producción y desarrollo de tejido nuevo en el organismo.

5. Contiene sustancias fotoquímicas de origen vegetal que ayudan a prevenir el riesgo de cáncer.

6. Posee carbohidratos de absorción lenta, lo que permite un efecto de saciedad más prolongado y un mayor control de los niveles de azúcar en la sangre.

7. Es una buena fuente de grasas insaturadas omega 6, lo que ayuda a disminuir el colesterol malo.

8. Contiene vitaminas del complejo B, los cuales están involucrados en el desarrollo y mantención del sistema nervioso central.

9. Previene el hipotiroidismo, ya que contiene yodo, mineral que hace funcionar de forma correcta la tiroides.

10. Tiene los niveles necesarios de calcio para prevenir la desmineralización ósea.

¡PERO…!

En un artículo de “eme” (eme de mujer) Publicado el 10 de diciembre de 2014 por el Dr. Salomon Jakubowicz, titulado: Dos buenas razones para no comer avena, el dice:

Otros carbohidratos como la papa y las palomitas de maíz tienen más fibra, menos azúcar que la avena y quitan más el hambre. También las nueces y algunas frutas como el aguacate son mejores. Y es que algunos alimentos contienen azúcar aún sin ser dulces.
El azúcar de las frutas es dulce, pero el azúcar de los cereales no tanto. Aún sin añadirle azúcar, la avena tiene 27 gramos de carbohidratos, lo que es igual a 7 cucharadas de azúcar.

¡Por supuesto, hombre!
Si lo que buscas es nada más que los beneficios de la fibra, quizás por problemas de estreñimiento, hay alimentos que te aportarán más fibra que la avena. Podrías comer salvado de trigo o ponerte a pastar en el campo, como las vacas. Lo que no aclara es cuántos gramos de avena se necesitan para aportar esos 27 gramos de carbohidratos o 7 cucharadas de azúcar. Pero como sabemos que en 100 g de avena hay 67 g de hidratos de carbono, tendrían que ser como unos 41 g de avena.

Lo que el  Dr. Salomon Jakubowicz no aclara aquí, es que no es lo mismo, y por una galaxia de diferencia, comerse esas siete cucharadas de azúcar, una tras de otra (sea refinada, morena, de caña o de melaza), que esos 27 g de avena. Y esta diferencia es fundamental, porque mientras que a un diabético le eliminarías el azúcar no le está contraindicada la avena (salvo otros criterios), por lo que ya se ha expuesto de que: “Ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre” (y que se amplía en el artículo del enlace respectivo).

En la misma revista, en otro artículo publicado el 17 de diciembre de 2014 por ese mismo doctor, él dice:

Acabo de recomendarle cuatro alimentos a una paciente (…) Al ver que desayunaba jugo de naranja le expliqué que un vaso tenía 10 cucharadas de azúcar (igual que un refresco). Tanta azúcar no puede viajar por la sangre, así que el hígado tiene que fabricar vagones para transportarla. Esos vagones se llaman: triglicéridos. (…)
Es importante comer menos de 150 gramos de carbohidratos al día, evitando especialmente los cereales como avena, maíz, arroz y trigo (pan).

¿Entonces qué hago?

Si resulta que voy al gimnasio y realizo un fuerte trabajo muscular cinco veces a la semana y, lo que necesito, precisamente, son los carbohidratos de absorción lenta, que me proporcionen la suficiente energía liberada de manera gradual. Eso me lo proporcionan, principalmente, el arroz (preferiblemente el integral) y la avena (que en el caso de desgarro de fibras musculares favorece la producción y el desarrollo de tejidos nuevos en nuestro cuerpo). ¡Y también el jugo de naranja! Si es lo que bebo para rehidratar y reponer energías. Es lo que beben muchos cirujanos cuando están durante horas metidos en el quirófano. ¿Están equivocados todos los demás o lo está este médico?

¿Os he puesto a pensar?

Si es así, entonces, he logrado mi propósito y voy a aclarar algo: He sacado fuera de contexto las palabras del Dr.  Salomon Jakubowicz en este segundo artículo, del que, también de manera intencional, he omitido el título, el cual es: 4 alimentos para evitar el hígado graso.

Las palabras exactas en el primer párrafo de su artículo son:

Acabo de recomendarle cuatro alimentos a una paciente con mucha grasa abdominal. Ella no comía mucha grasa pero su hígado la fabricaba en exceso. Al ver que desayunaba jugo de naranja le expliqué que un vaso tenía 10 cucharadas de azúcar (igual que un refresco). Tanta azúcar no puede viajar por la sangre, así que el hígado tiene que fabricar vagones para transportarla. Esos vagones se llaman: triglicéridos.

El segundo párrafo que he puesto corresponde, en el artículo, a lo siguiente:

Cuáles son los mejores alimentos para el hígado.
Los alimentos entran al hígado antes de pasar al resto del cuerpo. Por eso la dieta es el tratamiento más importante para el hígado graso. (Destacado mío).
– El huevo por ser alto en colina es muy beneficioso.
– Tomar café y té verde previene que los triglicéridos se acumulen en el hígado.
– El vinagre de manzana también suprime la formación de grasa.
– La lecitina de soya es muy buena, pero en vez de tomar un suplemento es mejor obtenerla naturalmente de alimentos como el chocolate negro.
Es importante comer menos de 150 gramos de carbohidratos al día, evitando especialmente los cereales como avena, maíz, arroz y trigo (pan).

Así que, como ahora pueden ver, esta contraindicación de la avena es en un caso muy específico de la enfermedad del hígado graso (por causas no alcohólicas). Que, por cierto:

  En la actualidad la prevalencia de hígado graso no alcohólico alcanza proporciones epidémicas y aproximadamente entre el 20 y 30% de los adultos de la población general la padecen. Esta cifra aumenta entre un 70 y 90% en aquellos individuos con obesidad o diabetes. (1)

Con eso demuestro también un par de cosas:

1 Que no siempre que te indican los beneficios de algún alimento, te indican también en qué casos pueden estar contraindicados.

2 Lo que ocurre cuando las palabras de una persona son sacadas del contexto específico dentro del que se encuentran.

A propósito de todo esto, el día no tiene suficientes amaneceres.

Lo digo porque, para aprovechar mejor el beneficio de cantidad de tratamientos han de hacerse en ayunas, según recomiendan. Como es el caso del litro de agua templada, el vaso de agua con miel, la leche de alpiste, el jugo de limón con una cucharadita de bicarbonato, etcétera, etcétera. ¿No será igual a media mañana o a media tarde, bien alejado de las comidas? ¿Y qué tal después de despertar de la siesta?

La otra pregunta es: ¿Avena cruda o cocinada? ¿Cómo es mejor consumirla?
http://otramedicina.imujer.com/3905/propiedades-de-la-avena-cruda

Valores nutricionales de la avena

Cuenta con importantes vitaminas y minerales, entre los que destacan: vitamina B1, B2 y vitamina E.
También posee minerales: magnesio, zinc, calcio y hierro.
Contiene gran cantidad de carbohidratos, fibra y aminoácidos (en concreto, seis de los ocho aminoácidos esenciales).
No podemos olvidarnos en este punto del betaglucano, componente que absorbe el colesterol y los ácidos biliares del intestino, ayudando a eliminarlos de manera natural.

Por cada 100 gramos de avena. (Valores promedio que pueden variar según la variedad y calidad de la avena)
Energía :384 kcal.
Carbohidratos : 67 g
• Azúcares:     1 g
Grasas : 6 g
Proteínas: 16 g
Tiamina (vit. B1): 0.7 mg
Vitamina B3: 3,37 mg.
Vitamina E: 0.7 mg.
Hierro: 4 mg.
Fósforo: 474 mg.
Fibra:    9,67 g.
β-glucanos (fibra soluble): 4 g
Calcio:    80 mg.
Sodio:    8,40 mg.
Colesterol: 0 mg.

Beneficios nutricionales de la avena, en resumen:
Rica en vitaminas: es un cereal especialmente rico en vitamina E y vitaminas del grupo B (principalmente en vitamina B1, B5 y B6).
Alto contenido en minerales: destaca su contenido en potasio, magnesio, calcio y zinc.
Rica en carbohidratos complejos: 60 gramos de avena aportan 40 gramos de hidratos de carbono de absorción lenta, fáciles de digerir y que aportan saciedad al organismo.
Contenido interesante en aminoácidos esenciales: como la leusina, isoleusina, treonina y metionina.

¿Nunca has comido sopa de avena? Es deliciosa, te la recomiendo.

Cómo consumir la avena. Os remito a http://mejorconsalud.com/los-beneficios-de-consumir-avena-diariamente/

Dos buenas razones para no comer avena
Enfermedad por hígado graso
(1) Prevención y tratamiento del hígado graso no alcohólico

Imagen de portada.

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Una respuesta en “Los beneficios y los inconvenientes de la avena

  1. Mary Quiroga dijo:

    Tienes mucha razón, generalmente nos dan la información a medias… y nosotros tendemos a buscar solo los beneficios, cuando deberíamos enterarnos mejor… ahora voy a ver cómo se hace la sopa de avena a ver si sigo tu consejo 🙂 Graciasss

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