¡No lo puedo creer!

Votando con peinetaAyer domingo 27 de mayo se realizaron las votaciones, en las elecciones locales para alcaldes y concejales, y el gobierno de la Comunidad.

Como seguramente le ocurrió a cualquier persona que ha vivido en Venezuela, y a los venezolanos que están en España y pudieron vivir esta experiencia, yo casi no podía creer la forma en que esos comicios se realizaron. Porque, acostumbrados a como son las cosas allá, no puedo menos que comparar las situaciones; así que voy a resumir como fueron las cosas aquí, para que los venezolanos que me leen sepan como deben ser las cosas, y los españoles se hagan una vaga idea de cómo es la realidad al otro lado del charco, en el país del llamado Socialismo del Siglo XXI:

1- Los colegios y lugares en donde se realizarían las votaciones, no fueron cerrados varios días antes, alegando motivos de seguridad. Las clases fueron normales hasta el propio viernes. Es más, en el Colegio Menesiano, el propio domingo, mientras la gente votaba, en el patio trasero hubieron varias competencias de basketbol juvenil. Pensando como el gobierno venezolano, ¡imagínense, esa falta de seguridad! Piensen que alguno de los participantes, o del público, hubiera sido un terrorista que quisiera sabotear los comicios, y alguno de los balones una bomba. ¿Se lo imaginan?2- El ejército y la guardia nacional, armados hasta los dientes, no tomaron los sitios de votación, ni los alrededores, ni nada. Es más, en toda la campaña no se los mencionó, ni como garantes de la seguridad nacional, ni ninguna de esas pamplinas. El material electoral fue dejado el día anterior, y allí permaneció sin custodia especial alguna. En los centros de votación solamente había un puñado de policías, como los hay en cualquier organismo gubernamental para asegurar el orden público.

3- No hubo decreto de ley seca para ese fin de semana, ni la prohibición de que, los ciudadanos, después de votar se quedaran cerca de los centros de votación; mucho menos la «recomendación» para que permanecieran en sus casas.

papeletas de votacion4- Durante las votaciones, las mesas en donde estaban las papeletas de la diferente oferta electoral y los sobres, no tenían vigilancia, eran de libre acceso para el público, que agarraba las de sus candidatos, o las que quisieran. Muchos, allí mismo, metían las papeletas dentro del correspondiente sobre. Por lo general, a nadie le interesaba por quien estaba votando el de al lado.

caseta para votacion5- En los módulos privados las personas que querían mantener «secreto» su voto, podían entrar acompañadas por cuantos quisieran, si acaso tenían alguna dificultad para colocar, dentro de los dos sobres, la papeleta con la lista de candidatos del partido por el que votarían.


ayudando a la abuela a votar

Tampoco tenían vigilancia alguna, ni les anularía el voto por pensar que los acompañantes les estaban indicando por quien debían votar. Los votantes ya tenían muy claro por quien iban a hacerlo. Es más, muchos, si no la mayoría, ya llegaban de sus casas con los sobres en las manos. Porque los principales partidos políticos, o los que pudieron costeárselo, hicieron envíos postales de propaganda electoral a cada ciudadano inscrito en el registro correspondiente, con el resumen de sus propuestas políticas así como con las papeletas y los sobres oficiales, para facilitar el voto en una forma más cómoda, por correo.

pareja de novios votando6- Luego venía la única fila que fue preciso hacer, que fue para depositar los sobres en las urnas, alrededor de las cuales se encontraban los miembros de mesas. En España, previamente te han enviado por correo un volante, en el que se te indica el centro de votación y la mesa que te corresponde. A cada quien le toca un centro de votación, de acuerdo a la dirección en donde realmente reside, y no por el lugar en donde dice vivir. Porque la dirección de residencia la establece el empadronamiento. Nadie puede residir en España legalmente sin estar empadronado, ni es posible que alguien esté empadronado en dos lugares distintos; porque para darse de alta en un municipio debe presentarse el certificado de baja del anterior. Es simple y efectivo. Además, en el Documento Nacional de Identidad (DNI) se indica cual es tu lugar de residencia, aunque no necesariamente debe estar actualizado.

Votando con 2 perros7- Al llegar a la mesa de votación, como identificación se presentaba el DNI, o en su defecto el carné de conducir. Un miembro de la mesa coteja la foto con el presentante, y se busca el nombre en el listado de votantes. Luego, una vez que los demás encargados de la mesa dan el conforme, ese mismo miembro, y no tú, introduce cada uno de los dos sobres en las respectivas urnas «transparentes». Es todo, puedes retirarte. Tiempo promedio total del proceso, en un centro de votación con bastante asistencia de votantes: 10 minutos.

8- No fue necesario pasar por una máquina capta huellas, para autenticar la identidad; ni te manchan el pulgar con tinta indeleble, que permanece por varios días como un estigma. ¡Ni siquiera fue preciso firmar!

Votante con su perro9- Y por si todo lo narrado parece poco, les diré que lo más asombroso, quizás, no fue que votara hasta el perro, sino que ni siquiera se suspendió la corrida de toros esa tarde en la Plaza Monumental de Las Ventas. Así mismo, como lo están leyendo. La ciudad vivió un día absolutamente normal. La votación fue algo casi tan cotidiano como ir a misa, comprar el periódico o sacar el perro a su paseo matinal. Después de votar, y según la hora, las familias se iban a la cafetería a desayunar, a tomar el vermú o a realizar su paseo dominical. Fue un domingo más en la vida de la ciudad.

10- Si después de leer esto, tu también dices ¡no lo puedo creer!, no me extrañaría. Pero te diré algo más. En la noche tampoco se hicieron caravanas de autos, llenos de patrióticos exaltados vitoreando a su partido ganador, para dale «coquito» y meter cizaña a los perdedores, tratando de hacerles sentir mal.

Esto es lo normal en una democracia, y no lo que en Venezuela se vive en cada uno de los comicios; ni durante los gobiernos pasados ni, mucho menos, en los del régimen actual.


Todas las fotos han sido tomadas del diario español 20minutos.es


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7 respuestas a ¡No lo puedo creer!

  1. Goathemala dijo:

    Me quedo tan sorprendido de lo que por omisión comentas.
    Aquí a pesar del enrarecido ambiente que nos crean los políticos, a nivel de calle hay bastante tranquilidad y aceptación de las ideas contrarias (a excepción del País Vasco).

    Me quedo estupefacto del clima que hay en Venezuela. Recuerdo algunos videos que vi que enlazó nuestro común amigo Saldivia.

    Saludos.

  2. athos dijo:

    Lo cierto, es que afortunadamente la gente se comporta cívicamente durante las votaciones (salvo alguna excepción que ya subraya el comentarista anterior)
    Efectivamente, llama la atención la falta de medidas de seguridad.
    Esperemos que nunca haya que lamentarlo.

    Saludos cordiales

  3. En realidad esque es como una fiesta, todos están contentos de poder pronunciarse y na hay porque temer nada de orden publico. También al principio de nuestra democracia hubo que adaptarse. Al principio existian restos de ese exceso de militarización de la dictadura y se detectaba ese miedo a lo desconoido.
    Ojala en todas partes se pudiera vivir una jornada similar. Sin ningun miedo y el libertad.

  4. Sarsillo dijo:

    ME ha encantado, no sólo para nuestros amigos de Venezuela, sino para que los españoles sepamos valorar la democracia alcanzada. Este post debería alentar a todos para que la participación ciudadana se ejerciera en su totalidad

  5. lully dijo:

    ¡No te lo puedo creer!
    La diferencia es notable no sólo con Venezuela sino con los paisis latinos e incluyo al míio, Colombia. Los felicito y me da envidia sana.
    Un abrazo afectuoso!

  6. lully dijo:

    Ah!! hasta mascotas incluidas y un matrimonio votando?
    maravilloso España en ese sentido y en muchos más. Disfruten ese país que tiene muchos beneficios que por acá no se ven.
    Otro saludo gigante!!

  7. fmop dijo:

    Señor farero permítame algunas puntualizaciones:

    Es cierto que en España existe un proceso democrático consolidado, fruto de una ejemplar transición política tras una dictadura de 40 años.

    También es cierto que una jornada electoral en España transcurre sin apenas incidentes y con apenas algunas anécdotas. Pero la excepción estuvo en el País Vasco donde llegó a haber hasta detenciones de aberchales.

    Respecto a la seguridad, cada colegio electoral es vigilado por una policía nacional y en la mesa de votación hay, junto a los miembros que la componen, un compromisario por cada partido político que concurre a las elecciones. Las urnas y las papeletas se llevan a los colegios electorales con antelación pero a partir de ese momento existe vigilancia.

    Pero a pesar de todo ello existen impugnaciones y denuncias que son enviadas a las juntas electorales de zona, de provincia y central, bajo la autoridad de los jueces que emiten sentencias. En ellas se pueden encontrar bastantes irregularidades denunciadas.

    Respecto a la participación no es muy exacto eso de que vota hasta el perro. Según datos oficiales del Ministerio del Interior la participación alcanzó un 63% del censo.

    Y por último los partidos ganadores sí suelen celebrarlo en sus sedes políticas donde numerosos seguidores ondean banderas y dan vítores.

    A pesar de lo expuesto existen grandes diferencias con lo que usted narra de Venezuela, donde espero que se camine para eliminar aquellas cuestiones que impidan el pleno y libre ejercicio del sufragio universal.

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