Por recomendación de Ángeles y Elena, en la mierense librería La Pilarica, yo decidí hacer la hermosa ruta que va bordeando el río San Juan, en la Villa de Mieres, Asturias. Se inicia por el lado izquierdo de la iglesia de San Juan, en toda la carretera principal. Según me han dicho, el camino sigue lo que fue una antigua línea férrea de vía estrecha, de un ferrocarril minero. Está muy bien asfaltado.
No es muy ancha, un par de metros como promedio, y va en un constante ascenso, pero en una pendiente muy suave. Caminando ni se nota. En patines tampoco es gran cosa, pero no te dejes engañar. Cuando terminas sus 3,5 km de largo agradecerás haber calentado bien los músculos antes de comenzar.
Es una ruta muy sombreada, pues los árboles forman un hermoso túnel vegetal. Casi no se aparta del río y está bordeada de verdes prados, en los que podrás ver tanto vacas como caballos pastando. Lugares y momentos para una buena fotografía hay muchos, que te cambiarán por completo según la estación del año.
Es de esos caminos que a mí me encantan, por la cantidad de vueltas y revueltas que no te dejan ver lejos. De esa forma siempre te queda la curiosidad por seguir, para ver qué hay más allá. Si vais en pareja yo considero que se os hará mucho más agradable. Si os da por besaros en cada curva y recodo del camino que encontréis, yo os aseguro que serán muchas las veces que detendréis vuestros pasos, y muchos más los besos que los árboles, que ya es decir. Haced la prueba y luego me contáis.
El camino está bien jalonado con bancos de diversos tipos, en donde poder sentarse para dar una reposadita y conversar un rato con algún otro viandante.
O para sentarte solo y deleitarte escuchando los trinos de los pájaros, o simplemente oír el murmullo de las aguas del río. Sobre él tengo que decir, con mucha pena, que en la mayoría de los sitios en que me asomé al río, para ver la posibilidad de una buena foto, lo que me encontré fueron bolsas plásticas llenas.
Si algo he podido comprobar yo, hasta hartarme, es que la gente, (no toda, pero sí mucha; demasiada), por más que tengan contenedores de basura a la vuelta de la casa, aún siguen con las antiguas costumbres de arrojar todo al río. Lo veo por los ríos de mi pueblo. Bien podían las autoridades ponerse a rebuscar en el contenido de esas bolsas (como hacen en algunas ciudades), con la intención de dar con los responsables. Un multa que los deje temblando, por contaminación ambiental, contaminación de aguas o por lo que mejor cuadre, podría acabar con esa nefasta e irresponsable conducta.
La ruta termina en la población de Río Turbio, al menos para quienes quieran ir en patines, porque para senderistas, a pie o en bicicleta, sobran las posibilidades para continuar casi hasta el infinito. Como he dicho, son apenas 3 km, seis entre la ida y la vuelta, aunque pueden aumentarse si vas husmeando por un lado y otro en las carreteritas comarcales de cuarto orden.
Puedes encontrarte con agradables sorpresas como este viejo lavadero. Estos eran los sitios de concentración de las mujeres, para lavar la ropa y conversar de todo y en abundancia. De ahí vino el dicho asturiano de “Charras más que una muyer en el lavaderu”. Este lavadero está parcialmente utilizado, pues la batea grande está sin agua.
Otros lavaderos, como el de mi pueblo, o este otro de la imagen que corresponde a un lavadero abandonado en Bustillé, Boo, estaban divididos en bateas individuales, en cada una de las cuales podía colocarse una mujer.
Esos 6 km, y algo más, de esta ruta, a mí me llevaron una hora y cincuenta minutos completarlos. Claro, tanto porque yo no tenía prisa ninguna como el hecho de parar aquí y allá, sacar el equipo fotográfico, colocar el trípode, tomar las fotos y volver a guardar todo en la mochila. Porque, yo no sé tú, colega patinador, pero lo que soy yo, cuando patino lo que menos quiero es llevar una gran cámara fotográfica en las manos.
El regreso es simplemente dejarse bajar rodando, en una pendiente que, como ya he mencionado, es muy suave y no presentará ningún tipo de sobresaltos. Sinceramente, recomiendo esta ruta para cualquiera, quiera patinar, caminar o ir en bicicleta.
Actualización: Por fín lo encontré. El nombre oficial es el de Senda Verde de Río Turbio.
