Con el lema de “El libro es la respuesta”, La 72ª edición de la Feria se ha celebrado durante diecisiete días, desde el último viernes de mayo hasta el domingo 16 de junio. Durante ellos el Parque del Buen Retiro en Madrid se convirtió en la mayor librería de España al aire libre.
Yo he de asegurar que los fines de semana el Paseo de Coches se volvió intransitable, cuanto más impatinable para quienes allí practicamos este deporte sobre ocho ruedas. En esa vía interna del parque se ubicaron las 353 casetas y 457 expositores: 20 organismos oficiales, 9 distribuidores, 61 libreros especializados, 59 libreros generales, 195 editores de Madrid y 113 editores de fuera de Madrid.
En mi opinión la cantidad de gente fue superior a otros años, que debe de ser cierto porque según las cifras, aportadas por los organizadores, se ha reflejado en el incremento del 9,3% en los resultados para un total de 7.100.000 euros.
También me pareció que la cantidad de autores firmando sus libros era mayor, porque no paraban de anunciarlos durante todo el día por la megafonía. Cuando revisé las cifras dadas por los organizadores resultó que ¡fueron más de 3.600 las firmas!
Como dato que a mi me resultó curioso diré que me dio por preguntar a la gente que, durante horas, esperaba bajo el sol para adquirir un libro en una de las casetas y que su autor lo firmara. La elegí porque fue en donde solía haber más gente todas las veces que yo pasé por allí; la mayoría era mujeres jóvenes y muchachas. Creo que yo no pude evitar reflejar la sorpresa en mi cara cuando ellas me dijeron por qué libro esperaban. Era la obra que yo menos podía esperarme: ¡Master Chef! Sí, el libro del reality show de RTVE para encontrar al mejor cocinero amateur de España. Yo ni sabía que existía ese libro.
Yo solté la carcajada cuando las personas a quienes pregunté me dijeron los motivos por los que hacían aquella gran fila, con intención de comprar el libro dedicado. No, no era por el contenido ni por interés en el arte culinario o las recetas que se preparan durante el programa. Las respuestas, todas muy similares, las resumo en la que me dio una mujer de unos 35 años: Por verle la cara al Jordi.
Ya se me olvidaba el detallito. Yo no sé si todos los libros vendidos tenían realmente un descuento del 10% o de cuánto. Lo que yo sí puedo asegurar es que las bebidas que se vendían en los locales que instalaron tenían un recargo del 100%. Porque una caña de cerveza acompañada con una buena tapita, que puedes conseguir todo el año por 1,30 € en cualquiera de los bares de la Av. Menéndez Pelayo, practicamente cruzando la calle, en la feria costaba 2,60 € sola, sin tapita, aperitivo ni nada. Luego se quejan de que era poca la gente que consumía. ¿Con esos precios qué rayos querían? Es que no aprenden.
La imagen la tomé el último viernes a primera hora, a poco de abrir las casetas.
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