Estás como turista en Madrid, vengas del extranjero o de las provincias. Si vas en auto te encantará lo fluído del poco tránsito y lo sencillo que puede resultar conseguir donde aparcar. Si utilizas los servicios de transporte público quedarás encantado; no hay aglomeraciones y van tan vacíos que hay asientos libres para escoger. Son tan pocos los pasageros que el aire acondicionado enfría bien a pesar del calor. Por otro lado posiblemente no encuentres los olores humanos de los que habías escuchado hablar.
En ese Madrid de Agosto verás que puedes ir al teatro o al cine para ver los últimos extrenos, sin necesidad de largas colas en taquilla. Y en las terrazas de cualquier café o restaurante en las calles tampoco tendrás esperas. En definitiva, te parecerá que es la ciudad ideal para vivir todo el año.
Pero espera un minuto, porque seguro que tienes un ligero error de apreciación. Esa no es Madrid, por lo menos no la de todos los días ni la de todo el año. Es la Madrid engañosa del mes de Agosto, en el que la mayor parte de la población se encuentra fuera, de veraneo. Hay quienes opinan que es ver al Madrid de hace cuarenta años… con más edificios y asfalto. Regresa un día cualquiera en otra época y luego hablamos.
