Sigue la polémica sobre las vías de alta velocidad para el AVE entre León y Asturias, y que si tendrá parada en Pola de Lena o se mandará de León a Oviedo directo. El enredado asunto está entre si serán vías de ancho europeo o de ancho ibérico, que si los cambiadores de ancho de vías necesarios, que si esto o que si lo otro. Todos esperan el AVE por su velocidad de 330 km por hora.
Señores, por mí pueden ahorrarse el AVE como tren —al fin y al cabo no me están dando nada nuevo con él, ni siquiera un enchufe y una conexión a Internet—, y dejarme con el viejo TALGO o el Alvia actual. Ponedme las vías de alta velocidad, que es lo único que se necesita. Porque, con ellas, cualquiera.
En las múltiples y cerradas curvas actuales del tramo ferroviario de Pajares no hay asno que pueda correr. Con unos rieles más largos y con menos juntas, para evitar los ruidos; una pendiente mínima, casi todo rectas y con curvas con pequeños radios para evitar disminuciones de velocidad y las fuerzas G sensibles, que es lo que caracteriza a la línea de alta velocidad… así cualquiera. Hasta un tren de cercanías puede hacer altas velocidades en esas vías.
La foto, como testimonio, la tomé en el interior de un Alvia en un reciente viaje Gijón-Madrid, haciendo el tramo Valladolid-Madrid. Es bien visible que marca 247 km/h, aunque poco después llegó a marcar los 250 hm/h sostenidos. Es velocidad más que suficientes para cubrir el trayecto Madrid-Gijón en poco más de tres cómodas horas, en lugar de las cinco actuales.
No me den el AVE, denme las vías sobre las que corre y déjenme el Alvia, pero termínenlas de una vez.
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