Pon un chorizo en tu vida

Que hay condimentos que realzan a tal punto el sabor de las comidas que, sin ellos, algunas recetas perderían totalmente su principal característica culinaria, no tiene discusión. El curry, la pimienta negra o el pimentón español son mundialmente conocidos. Pero también hay productos que, sin ser considerados propiamente condimentos, cumplen excelentemente ese papel, y pienso que uno de los que mejor lo logran es el chorizo, pero no cualquiera.

¿Qué sabes tú de chorizos?

En España tenemos reconocidos embutidos del tipo choricero, buenos para distintos fines, pues unos brillarán en un bocadillo, o de tapeo, mientras que otros lo harán en la olla. Pero cuando hablamos de enriquecer el sabor de un buen cocido, una fabada, unas simples lentejas o muchos de los platos de cuchara o pote, el sabor del chorizo asturiano es punto y aparte. Mi hijo opina que debieran hacerlo en polvo, para utilizarlo con más facilidad en la cocina.

Quizás una de las particularidades del chorizo asturiano, es que tiene una mayor cantidad de tocino en su composición. Y como una de las características del tocino es la de ceder a la carne sus aromas y sabores, el resultado es un producto con un sabor muy peculiar y característico, inconfundible y altamente apreciado en los fogones de Asturias.

Carne de cerdo y pimentón español.

Los chorizos asturianos se hacen con carne de cerdo. Aunque abundan las variantes regionales, en realidad, la receta básica es: tres partes de carne por una de tocino, además de pimentón español en polvo (200 gr, por cada 5 kilos de carne), abundante ajo muy machacado y sal. Luego viene el proceso de curado, que se realiza en invierno, pues, tradicionalmente, la matanza y preparación de los embutidos se realiza durante las fiestas de San Martín, hacia el 11 de noviembre, de donde le viene el nombre de «preparar el sanmartín».

¿Y de sidra qué?

Así como ya lo han hecho con la peculiar y típica bebida conocida como sidra, (reconocida por su atípica y llamativa forma de ser servida o escanciada en el vaso), o más apropiadamente sidra natural asturiana, para diferenciarla de la sidra champañizada, para su uso culinario, (como en el caso de los famosos chorizos a la sidra),

renombrados cocineros están dando a conocer las bondades gastronómicas del chorizo asturiano, excelente en un potaje (en su variedad de longaniza), o dentro de un bollo preñao o un bocadillo cualquiera. Eso sí, su fuerte sabor y su punto picante (aunque también los hacen sin picante) esos platos demandan ser acompañarlos con un vino adecuado.

No lo dudes, alegra tu comida.

Una tortilla francesa puede resultar de sabor simple y cansón. Pero si le pones unos trozos de chorizo asturiano te parecerá poco, sin importar de cuantos huevos la hiciste. Unos sencillos huevos fritos o una elaborada tortilla de patata, adquirirán el inconfundible tono rojizo, el aroma y sabor tan especial que nos transportan a otra dimensión del sabor. El chorizo asturiano no causará adicción, pero querrás volver a probarlo. Lástima que no venga en polvo.