En este intento de independentismo catalán en España, en los que unos están junts pel si y los otros units pel no, ¿quiénes son «los catalanes»?
¿Son quienes han nacido en la provincia española de Cataluña?
¿Son todos aquellos que se encuentran legalmente residenciados (léase empadronados) en la provincia española de Cataluña, aunque hayan nacido en otras partes del país?
En los procesos de unas elecciones regionales o autonómicas ¿quiénes tienen el derecho a votar?
¿Votan todos los nacidos en esa provincia, aunque estén empadronados en otras provincias españolas o en el exterior?
¿O solamente tienen derecho al voto quienes están empadronados en esa provincia?
El caso muy particular de ese ILEGAL e INCONSTITUCIONAL proceso independentista-separatista que políticos catalanes pretenden, no se trata de la participación para una elecciones regionales o autonómicas.
En ese hipotético caso, ilegal bajo la Constitución actual, no serían única y exclusivamente los ciudadanos residentes en las provincias catalanas quienes tendrían que votar, sino TODOS LOS ESPAÑOLES sin excepción, incluyendo a quienes estén viviendo fuera del país. En suma: todos quienes pueden votar en unas elecciones presidenciales.
Porque no se trata de decidir la independencia de una colonia de ultramar. Tampoco «la independencia o no de la provincia española de Cataluña», SINO DE UNA EXCISIÓN DE ESPAÑA, que implica la PÉRDIDA PARCIAL DE TERRITORIO ESPAÑOL PENINSULAR.
Esto, señores independentistas a ultranza, pasa primero por la modificación de ese artículo 2º de la Constitución Española, con todos sus rigores que, quiéranlo o no los independentistas catalanes, los rige también a ellos. Esos políticos secesionistas que no les agrada y no la quieren aceptar, ¿qué hace aquí? Tienen un camino sencilo: Márchense de España.
Yo no viviría en Corea del Norte porque estoy completamente en desacuerdo con su régimen político.
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De nuevo, personas muertas al ser atropelladas por un camión cuyo conductor estaba bajo los efectos de las drogas o del alcohol en tasas muy elevadas. Otros casos, los más, son por conducir ebrios. ¿Hasta cuándo va a seguir esta sangría de vidas, siendo tan sencillo corregir las causas y evitarlas?
¿Hasta dónde llega el límite lógico de la transigencia y hasta dónde el abuso de las demandas y exigencias?
Muchos de los grandes cuentos tienen algo más que un trasfondo.
